jueves, 21 de agosto de 2014

Armas en pro de un mundo civilizado

Alemania está dispuesta a enviar armas al Norte de Irak dejando de lado principios vigentes hasta ahora. ¿Con qué consecuencias?

Antes de todo, vender armas a los kurdos no es una solución sino una decisión. Las decisiones son el primer paso para un proceso que, en el mejor de los casos, conduce a la solución deseada.

Riesgos

La decisión conlleva riesgos. La experiencia muestra que enviando armas a uno de los bandos de una guerra, éstas pueden terminar en manos inadecuadas. Muchos de los muertos de Afganistán narran la historia de las armas que Occidente envió a los Muyahidines para su luchar contra el ejército soviético.

En Irak, el "Estado lslámico" (EI) usa en parte armas arrebatas al ejército iraquí: Humvees (vehículos militares multipropósito) y obuses enviados por Estados Unidos a Bagdad para combatir a los islamistas extremistas. ¿Veremos el mismo escenario con las armas anti blindados suministradas por el ejército alemán? Podría suceder. La Peshmerga kurda también podría utilizarlas para luchar por su propio estado. Un objetivo que el Gobierno alemán no comparte.

Alternativas

Francia, Italia y Gran Bretaña aprobaron el envío de armas al Norte de Irak. Si Alemania se considera realmente parte de la Unión Europea, ¿hay alguna diferencia en que los misiles antitanques y los cañones vengan de la Royal Army o del ejército alemán? ¿Puede Alemania dejar en manos de los otros ese sucio negocio de las armas para ocuparse de la ayuda humanitaria? No puede. Europa es un poder verdadero cuando actúa unida y no se divide. Y el pasado viernes, los ministros de Exteriores acordaron en principio el envío de armas.

Efectos secundarios

Esta decisión afecta también al Gobierno alemán. Se informará al Parlamento a través de las comisiones correspondientes. Pero éste no participará en la toma de decisión. Hasta que no haya que enviar soldados, probablemente nos sea necesario. Sin embargo, será algo poco acostumbrado en el marco de la tradición democrática de la Republica Federal de Alemania. Si se quiere que la decisión cuente con un amplio apoyo, sería un buen consejo para el Gobierno impulsar un debate en el Parlamento.

El Gobierno alemán insistió en los últimos días en que no es momento de discutir principios, sino de actuar. La decisión vale para este conflicto y es un caso único... hasta que llegue el próximo conflicto brutal. Entonces, el caso único podría convertirse rápidamente en precedente. Y desde Ucrania, también se está pidiendo apoyo militar.

Efectos

Pero la situación en el Norte de Irak es diferente. En las batallas del EI no hay margen para negociar. Ni siquiera hay pruebas de que esta banda de asesinos incivilizados tengan en la cabeza la idea de un enfrentamiento político. Esta banda se ha puesto en marcha para someter a Oriente Medio y Oriente Próximo, con consecuencias imprevisibles para la región.

Como decía, el envío de armas no es la solución, sino una decisión. En este caso, una decisión que supone no quedarse inmóvil, sino intervenir a favor de un mundo civilizado.