viernes, 29 de agosto de 2014

Gran Bretaña eleva nivel de amenaza terrorista por Siria e Irak

LONDRES (Reuters) - Gran Bretaña elevó el viernes su alerta por terrorismo al segundo nivel más alto, y el primer ministro David Cameron dijo que Estado Islámico (EI), el grupo que opera en Siria e Irak, representa la mayor amenaza para la seguridad del país en toda su historia.

El Gobierno dijo que no había evidencias de que un ataque fuera inminente, pero la evaluación de los últimos reportes de inteligencia por parte de los jefes de seguridad justificaba elevar el nivel de alerta terrorista a "severo", lo que significa que un ataque es "altamente probable".

"Lo que estamos enfrentando actualmente en Irak con el ISIL (iniciales en inglés de Estado Islámico de Irak y el Levante, anterior nombre de EI) es una amenaza más grande y profunda para nuestra seguridad de lo que hemos visto antes", declaró Cameron.

El primer ministro agregó que estaba "absolutamente convencido de que el ISIL (...) puede hacer amenazas específicas para Gran Bretaña".

Es la primera vez desde mediados del 2011 que Gran Bretaña establece ese grado de alerta a través del Centro Conjunto de Análisis del Terrorismo (JTAC por sus iniciales en inglés), el organismo independiente responsable de disponer el nivel de amenaza nacional.

El nivel de amenaza terrorista fue publicado por primera vez en el 2006, un año después de que islamistas británicos realizaran ataques suicidas en la red de transporte de Londres, dejando un saldo de 52 muertos.

Jefes de policía dijeron que el incremento del nivel a "severo" implicaría un aumento en la cantidad de patrullas visibles, además de otras medidas de seguridad y protección.

El portavoz de la Casa Blanca, John Earnest, declaró: "Esta es una amenaza en la que Estados Unidos ha estado poniendo el foco. Hemos estado coordinando de cerca con nuestros aliados, tanto con los británicos como con otros en Europa, sobre el modo de rebatir y mitigar esta amenaza".

La decisión británica se produce menos de dos semanas después de que un video publicado por EI mostró la decapitación del periodista estadounidense James Foley a manos de un hombre con el rostro cubierto que hablaba en inglés con aparente acento londinense.

El asesinato de Foley generó demandas por medidas de seguridad adicionales para contener a los británicos que viajan a Oriente Medio para sumarse a grupos milicianos. Funcionarios han alertado de que algunos de quienes han viajado a Siria o Irak podría regresar a Gran Bretaña para llevar a cabo un ataque.

Autoridades británicas y europeas llevan meses alertando que el conflicto en Siria e Irak implica una amenaza seria de actos terroristas, pero no se dio una razón específica de por qué el JTAC elevó su nivel de alerta.

"El incremento del nivel de amenaza está relacionado con los eventos en Siria e Irak, donde grupos terroristas están planificando ataques contra Occidente", dijo la secretaria del Interior británica, Theresa May.

"Algunas de estas conspiraciones posiblemente involucran a combatientes extranjeros que han viajado hasta allá desde Gran Bretaña y Europa para luchar en esos conflictos", agregó la funcionaria.

Las autoridades estiman que al menos 500 británicos han viajado a Siria o Irak, donde el EI ha tomado el control de grandes extensiones de territorio, y el jefe de la policía de Londres, Bernard Hogan-Howe, dijo el miércoles que se cree que unos 250 han regresado desde entonces.

Cameron dijo que el lunes revelará nuevas leyes que apuntan a dificultar los viajes de británicos a Siria e Irak para combatir y a frenar la radicalización de los 2,7 millones de musulmanes de Gran Bretaña.

"Incluirán más pasos para impedir los viajes, y nuevas leyes que facilitarán la incautación de pasaportes", sostuvo Cameron en conferencia de prensa, agregando que la causa de la amenaza era una "ideología tóxica del extremismo islamista".

El nivel de alerta fue elevado al máximo en dos ocasiones, indicando un ataque inminente: tras un plan para hacer estallar aviones en vuelos transatlánticos en 2006, y al año siguiente después de intentos de colocar coches bomba en Londres y Glasgow.