lunes, 1 de septiembre de 2014

Cameron anuncia medidas para combatir el auge del yihadismo

El primer ministro británico, David Cameron, anunciará este lunes en el Parlamento nuevas medidas para combatir el auge del yihadismo después de elevarse a grave el nivel de alerta terrorista en el Reino Unido. En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Cameron propondrá cambios en la legislación contra el terrorismo a fin de penalizar a los británicos que viajen al extranjero para combatir junto a islamistas.

Previamente, la pasada semana el Gobierno elevó a "grave" –cuarto grado de una escala de cinco- su nivel de alerta por terrorismo ante la evolución de los conflictos en Siria e Irak, adonde se han desplazado para luchar musulmanes británicos.

Entre otras medidas, Londres se plantea imponer una prohibición temporal de regreso al país a los yihadistas (combatientes en la yihad o "Guerra Santa" del islam) o retirarles el pasaporte antes de que embarquen en vuelos hacia Oriente Medio. En negociaciones de última hora dentro de la coalición gubernamental, se estudia también obligar a las aerolíneas a ofrecer información sobre sus pasajeros con más antelación que la media hora actual.

Respeto por las libertades civiles

A pocas horas del anuncio en el Parlamento, los conservadores y los liberaldemócratas, socios minoritarios en el Ejecutivo, negocian aún para acordar una serie de medidas que combinen la dureza contra los infractores y el respeto de las libertades civiles.

Concretamente, los liberales de Nick Clegg se oponen a la idea de prohibir temporalmente la entrada al Reino Unido de esos ciudadanos, pues, como ha indicado el diputado Menzies Campbell, equivaldría a dejarles "sin Estado", lo que viola los derechos humanos.

Sin embargo, el ministro de Defensa, el conservador Michael Fallon, ha subrayado que el Reino Unido afronta "amenazas muy reales" de terrorismo y niega que la respuesta esté siendo exagerada. Fallon asegura que hay "lagunas" en la legislación y "hay que hacer más" para disuadir a los yihadistas e impedir que cometan atentados a su regreso al Reino Unido.

Se calcula que unos 500 musulmanes británicos han viajado a Siria e Irak para combatir junto a los extremistas del Estado Islámico (EI). Otra medida que contempla el Gobierno, y que contaría en este caso con el apoyo de la oposición laborista, es reintroducir las antiguas y controvertidas órdenes de control domiciliario, que someten a toque de queda y estricta vigilancia a presuntos terroristas.