sábado, 12 de noviembre de 2016

Israel y Palestina, inquietos ante futura política de EEUU en Oriente Medio


Jerusalén, 12 nov (EFE).- Israel y Palestina están inquietos ante el giro que puede dar el presidente electo de EEUU, Donald Trump, en la política hacia este conflicto, que durante décadas ha sido una prioridad para Washington.


La cuestión palestino-israelí ha sido hasta ahora uno de los principales asuntos de la política exterior estadounidense, que repetidamente ha ejercido de mediador e impulsor de iniciativas de diálogo que a menudo han quedado en agua de borrajas.

Pero el mensaje aislacionista de Trump podría suponer una retirada gradual de la influencia de la Casa Blanca sobre el terreno.

Altos cargos palestinos calificaron el resultado electoral como un "desastre" para su causa y en su mensaje de felicitación a Trump el presidente Mahmud Abás le instó a que "mantenga la línea histórica" de "apoyar la solución de dos estados, rechazar las colonias y la anexión israelí de Jerusalén Este".

El triunfo de Trump fue mejor recibido en el lado israelí, donde el primer ministro, Benjamín Netanyahu, calificó de "verdadero amigo de Israel" a quien tres años antes grabó un vídeo pidiendo a los israelíes el voto para él.

Shmuel Sandler, analista del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat, resalta que este conflicto "no fue un asunto estrella durante la campaña", pero cree que Trump "no va a apoyar el estado palestino como hizo Obama".

El lenguaje aislacionista de Trump chirría en un Israel que considera a Washington su "máximo aliado estratégico" y que acaba de firmar un paquete de ayuda en defensa y seguridad de 38.000 millones de dólares para la próxima década.

Un documento interno del Ministerio de Exteriores israelí filtrado ayer por el diario Haarez prevé que la implicación estadounidense en la zona disminuya.

"Trump no ve Oriente Medio como una buena inversión y es razonable asumir que buscará reducir la participación americana en la región, mientras mantiene su compromiso con la lucha contra el Estado Islámico y el momentum que se ha creado en la batalla por las ciudades de Mosul en Irak y Raqa en Siria, que seguirá teniendo su apoyo", asegura el informe.

En el lado palestino se teme que el nuevo inquilino de la Casa Blanca se aparte de la trayectoria de condena firme de la expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este que, para ellos y la comunidad internacional, pone en riesgo la solución de dos estados.

Esta misma impresión se percibe, pero con satisfacción, en el lado israelí, donde los colonos han expresado sin ambages su alegría ante la elección de Trump.

El ultranacionalista ministro de Educación israelí y socio principal de la coalición de Gobierno, Naftali Benet, señaló que espera que el resultado electoral estadounindense sirva para "deshacerse" de la solución de dos estados y anunció: "La era del estado palestino ha terminado".

El director del Comité de Planificación y Construcción de Jerusalén, Meir Turgeman, también ve en el cambio una luz verde a la ampliación de las colonias de Guiló, Givat Hamatos o Ramat Shlomo, en el territorio ocupado de Jerusalén Este.

En ese sentido destacan las declaraciones recogidas por el diario Maariv de uno de los asesores en asuntos israelíes del futuro presidente, Jason Greenblatt, que afirmó que este "no ve los asentamientos como un obstáculo para la paz", al contrario que todas las administraciones previas, tanto republicanas como demócratas.

Las promesas de Trump durante la campaña de que reconocer Jerusalén (con la parte ocupada desde 1967) como capital de Israel y de trasladar aquí la embajada de Tel Aviv son otro motivo de enorme preocupación en Ramala y de agrado en el gobierno israelí.

"Muchos candidatos republicanos prometieron mudar la embajada y nunca lo hicieron. Pero ahora hay una buena oportunidad porque él no es un político", valoró Sandler.

Los medios destacan estos días lo "impredecible" e "impulsivo" del nuevo presidente y advierten de que, con él, no puede darse nada por seguro.

Así lo señala el analista Itamar Eichner en el diario Yediot Aharonot, que afirma que aunque los indicios apuntan a que Trump será un buen aliado para Israel, los intereses de EE.UU. siempre irán por delante.

"A pesar del enorme afecto que Trump tiene por Netanyahu e Israel, no se puede descartar un escenario en el que use Israel como moneda de cambio con otros países, como por ejemplo Rusia". dijo. Demo México :: Mundo