domingo, 13 de agosto de 2017

Tras críticas recibidas, Casa Blanca dice que Trump condena a grupos de supremacistas blancos

CHARLOTTESVILLE, EEUU (Reuters) - Donald Trump incluyó al Ku Klux Klan y grupos neonazis al condenar la violencia tras una protesta de nacionalistas blancos en Estados Unidos, dijo el domingo la Casa Blanca, un día después de que el mandatario fue criticado por sectores de derecha e izquierda por no censurarlos explícitamente.

Las autoridades estadounidenses investigan el estallido de violencia, que generó renovadas presiones sobre el Gobierno de Trump para exprese una posición inequívoca contra ese segmento de su base política. Algunos derechistas han reclamado lealtad a Trump, un republicano.

El sábado, una mujer de 32 años murió y otras 19 personas resultaron heridas, cinco de ellas en condición crítica, cuando un hombre arremetió con su auto contra una multitud que se oponía a la manifestación de los nacionalistas blancos en Charlottesville, una ciudad universitaria del sur del país.

Unas 15 personas resultaron heridas después de que grupos rivales se enfrentaran en batallas campales con piedras y aerosol de pimienta.

Trump fue criticado tanto por republicanos como demócratas por esperar demasiado tiempo para abordar el tema y luego, cuando lo hizo, por no condenar explícitamente a los manifestantes supremacistas blancos que desataron los tumultos.

Sin embargo, la Casa Blanca dijo el domingo en un comunicado que el mensaje de Trump del día previo "condena todas las formas de violencia, fanatismo, y odio, y por supuesto eso incluye supremacistas blancos, Ku Klux Klan, neonazis, y todos los grupos extremistas. Pidió por la unidad nacional y aunar a los estadounidenses".

Desde su campo de golf de Nueva Jersey, Trump dijo el sábado que "muchos bandos" estuvieron implicados en los incidentes de Charlottesville. No le contestó a un reportero que le consultó sobre si fue lo suficientemente duro con los nacionalistas blancos.

"Condenamos, en los términos más duros posibles, esta atroz muestra de odio, intolerancia y violencia de muchos bandos", dijo.

La policía de Virginia aún no ha proporcionado un motivo para el incidente, pero fiscales estadounidenses y la Oficina Federal de Investigaciones han abierto una investigación de derechos civiles, dijo un agente del FBI.
MÁS MANIFESTACIONES

Cuatro personas fueron detenidas por los incidentes violentos, entre ellos James Fields, un joven blanco de 20 años de Ohio sospechoso de arremeter con el coche.

Fields, un exrecluta del ejército descrito por un profesor como una persona obsesionada con la ideología nazi en su adolescencia, debe presentarse ante la justicia bajo cargos de asesinato, entre otros.

El ejército confirmó que Fields se reportó para recibir entrenamiento militar básico en agosto del 2015, pero fue dispensado del servicio activo debido a fallas en el cumplimiento de los estándares del programa en diciembre del mismo año. La declaración del ejército no explicó cuáles fueron las fallas detectadas.

Las autoridades federales también estaban investigando el accidente de un helicóptero el sábado en el que murieron dos policías estatales de Virginia que habían ayudado a sofocar los enfrentamientos.

"Por supuesto que vamos a tener más manifestaciones en Charlottesville, porque se están negando nuestros derechos constitucionales", dijo Jason Kessler, identificado por grupos de derechos civiles como un blogger nacionalista blanco. No especificó cuándo.

Kessler organizó la concentración "Derecha Unida" en Charlottesville contra un plan para retirar una estatua del héroe de guerra confederado Robert E. Lee desde un parque, diciendo en una entrevista telefónica que no retrocederían.

El gobernador de Virginia, el demócrata Terry McAuliffe, declaró el estado de emergencia y detuvo la manifestación nacionalista blanca prevista para el sábado, pero eso no acabó con la violencia.

"Por favor, váyanse a casa y no vuelvan nunca", fue el mensaje de McAuliffe dirigido a los supremacistas blancos, pronunciado en una rueda de prensa.

La concentración prevista se produjo en medio de un largo debate en el sur de Estados Unidos sobre la bandera de batalla del bando confederado y otros símbolos del lado rebelde en la guerra civil estadounidense, que se libró por la esclavitud.

Reporte adicional de Jeff Mason, Yasmeen Abutaleb y Lucia Mutikani en Washington, James Oliphant en Nueva Jersey y Alex Dobuzinskis en Los Angeles, Jon Herskovitz en Austin, Texas; Escrito por Chris Michaud y Grant McCoolIan; Editado por Blanca Rodríguez y Manuel Farías Reuters