
Los explosivos comentarios del otrora estrecho asesor y arquitecto ultraderechista de la victoria de Donald Trump en noviembre de 2016 irritaron a la Casa Blanca y al presidente, célebre por valorar la lealtad de sus asociados y empleados. Trump despidió a Bannon en agosto y rompió con él el miércoles, en una expresión de repudio público altamente personal.