"Hay dos cosas que no podrá cambiar el Brexit: nuestra historia y nuestra geografía", ha proclamado a micrófono abierto el presidente Emmanuel Macron en su primera visita oficial al Reino Unido, precedida de las declaraciones inequívocas de su propio portavoz: Francia vería "con buenos ojos" la decisión de parar la salida de la UE, si sus vecinos decidieran dar un volantazo...
Macron se ha sumado así a las voces de Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, que han declarado esta misma semana que Bruselas recibiría con los brazos abiertos un cambio de opinión del Gobierno, del Parlamento y del pueblo británicos.