WASHINGTON (AP) — En una dramática procesión hacia el otro extremo del Capitolio, los líderes demócratas de la Cámara de Representantes llevaron el miércoles los cargos formales de juicio político contra Donald Trump al Senado, estableciendo las bases para apenas el tercer proceso para destituir a un presidente en la historia de Estados Unidos.
Trump se quejó nuevamente de que todo era una “farsa”, incluso después de que surgieron nuevos detalles sobre sus interacciones con Ucrania.
La caravana simbólica de legisladores que fungirán como fiscales en el caso contra Trump llevó el proceso de la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, al Senado, bajo control republicano, donde el equipo del presidente trabaja en una defensa que obtenga una absolución rápida.