
En su discurso desde la icónica Plaza Azadi de la capital iraní, el presidente, Hasán Ruhani, criticó a Estados Unidos y animó al país a votar en las próximas elecciones parlamentarias, aunque las autoridades descalificaron a miles de candidatos, incluyendo a 90 legisladores en activo.
Irán considera la alta participación como un voto de confianza a su teocracia chií, algo que espera mostrar pese a que el malestar de la población sigue siendo alto luego de que fuerzas iraníes derribaron el mes pasado un avión ucraniano cuando acababa de despegar del aeropuerto de la capital con 176 personas a bordo. Durante días, Teherán negó haber derribado el aparato con un misil, pero terminó admitiéndolo por la presión occidental.