WASHINGTON (AP) — Para los presidentes estadounidenses, reunirse con las familias de personal militar muerto en guerra es una de las tareas más desgarradoras. La insinuación del presidente Donald Trump de que sus predecesores no cumplieron ese deber provocó la reacción indignada de personas que presenciaron esos encuentros.
“Es un animal trastornado”, tuiteó la subjefa de despacho del presidente Barack Obama, Alyssa Mastromonaco, y añadió que la declaración de Trump de la víspera en el rosedal de la Casa Blanca era mentira.
Trump dijo en conferencia de prensa que envió cartas a las familias de cuatro soldados muertos en una emboscada el 4 de octubre en Níger y que planeaba llamarlas, destacando que se preocupaba por honrar debidamente a los muertos. Con respecto a sus predecesores, dijo que “la mayoría no llamaba” a las familias. Posiblemente Obama “lo hacía, a veces”, pero “otros presidentes no llamaban”.