La amplia purga real llevada a cabo por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, ha dado un vuelco a un sistema de gobierno mantenido durante décadas, una jugada que los analistas consideran audaz, pero arriesgada.
Decenas de personalidades políticas y de empresarios fueron detenidos este fin de semana en lo que las autoridades describieron como una operación anticorrupción, incluyendo al multimillonario príncipe Al Walid bin Talal, mientras que poderosos miembros de la realeza, como el jefe de la guardia real, fueron despedidos.
Las drásticas medidas contra empresarios podrían ser un golpe para la confianza de los inversores, y podrían arruinar el programa de reformas Vision 2030, creado por el príncipe Mohamed, de 32 años.