
El ejército iraquí dijo en un comunicado que ocho cohetes Katyusha fueron disparados contra la base, a unos 80 kilómetros al norte de la capital Bagdad, y que los cuatro heridos incluían a dos oficiales.
Fuentes militares identificaron a los heridos como soldados iraquíes. Dijeron que siete bombas de mortero habían alcanzado la pista de aterrizaje de la base.