Jerusalén, 3 mar (EFE).- Benjamín Netanyahu, aupado por su triunfo en los comicios y rozando la mayoría parlamentaria para formar Ejecutivo, trabaja con sus socios para buscar los apoyos necesarios con los que romper el bloqueo político y permanecer en el poder mientras afronta acusaciones de corrupción en su contra.
Tras escrutarse más del 92 % de los votos en Israel, su partido, el Likud, obtiene una clara victoria sobre la alianza centrista Azul y Blanco de Beny Gantz y confía en volver a gobernar.