Elizabeth Warren sufrió continuos ataques el martes durante el debate presidencial demócrata. Sus rivales acusaron a la senadora de Massachusetts de esquivar las preguntas sobre el costo de Medicare for All y acerca de su plan estrella para crear un “impuesto a la riqueza”, en un intento de hacer descarrilar su campaña en ascenso.
Está confrontación reforzó su nuevo estatus como favorita en la carrera para derrocar al presidente Donald Trump el próximo año. Con el inicio de las primarias estatales cada vez más cerca, sus rivales tienen cada vez menos oportunidades de presentarse como firmes alternativas a su agenda progresista.