NUEVA YORK (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha convertido la hostilidad entre razas en el núcleo de su campaña de reelección, e incluso algunos de sus críticos creen que la estrategia podría conseguirle un segundo mandato.
Todas las campañas presidenciales con éxito de la edad moderna se han construido sobre la idea de la suma, de ganar votos más allá de los seguidores más fieles. Pero Trump ha escogido la división, con la creencia de que el polarizado país que dirige simplemente elegirá bandos en temas como la raza.