
Washington aprovechó una reunión de emergencia de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para acusar a Irán de extorsión por superar los límites de enriquecimiento fijados por el acuerdo nuclear sellado con las potencias mundiales en 2015, al tiempo que volvió ofrecer negociaciones a Teherán.