Nueva York, 28 de febrero, 2017 (AP). Cuando el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, quiso combatir las filtraciones la semana pasada, reunió los celulares de sus asistentes para comprobar si se habían comunicado con reporteros. La operación no tardó en filtrarse.
El presidente, Donald Trump, dijo más tarde que probablemente hubiera gestionado la situación de otra manera, con reuniones individuales con los trabajadores, pero que quizá también les habría exigido que mostraran sus celulares.