
Lieberman calificó la tregua forjada tras dos días de intensos combates de “rendición ante el terrorismo” y dijo que no podría servir a un gobierno que la había respaldado. El exministro había pedido una respuesta israelí mucho más contundente ante el lanzamiento de proyectiles desde Gaza, el incidente más grave desde la guerra que enfrentó a ambos bandos durante 50 días en el verano de 2014. Al parecer, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, rechazó su propuesta.