
WASHINGTON (AP) — En su esfuerzo por recuperar el control de sus mensajes, la Casa Blanca ha reducido sus ruedas de prensa, redirigido preguntas acerca de la investigación sobre Rusia a un abogado externo y planificado una importante presentación de proyectos legislativos para esta semana.
Pero mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tenga un smartphone, ninguna estrategia de la Casa Blanca está a salvo.
Amanecía el lunes cuando Trump trastocó los cuidadosos planes con una serie de declaraciones provocadoras en Twitter. Criticó a su propio Departamento de Justicia por la estrategia legal en defensa de sus restricciones de inmigración, lo que podría crear nuevos quebraderos de cabeza mientras su gobierno busca el apoyo de la Corte Suprema para el decreto.