Berlín, 27 de diciembre, 2016 (Reuters). Los políticos de la coalición gobernante de Alemania, en respuesta al atentado de la semana pasada en Berlín, pidieron dar más poder al Estado para deportar a demandantes de asilo potencialmente peligrosos que no hayan sido aceptados en el país.
Tras el atentado contra un mercado navideño en el que murieron 12 personas, la canciller Angela Merkel, quien según los críticos ha puesto a Alemania en peligro con su política migratoria de puestas abiertas, prometió introducir nuevas normas en caso de ser necesario.