TOKIO (Reuters) - Los esfuerzos de Japón y Jordania para lograr la liberación de dos de sus ciudadanos secuestrados por militantes del Estado Islámico permanecen en "punto muerto" y la situación sigue siendo muy impredecible, dijeron altos cargos japoneses.
Los extremistas habían amenazado con matar al piloto jordano Muath Al Kasaesbeh a menos que una terrorista suicida condenada a muerte en Amán fuera liberada antes de la mañana del jueves.
El periodista japonés Kenji Goto también estaba en manos de los militantes.
"La situación está en punto muerto", dijo el viernes en Jordania el viceministro de Relaciones Exteriores de Japón, Yasuhide Nakayama, de acuerdo con la cadena pública japonesa NHK.
El ministro de Exteriores Fumio Kishida dijo en Tokio el sábado que la situación era impredecible y que cualquier cosa puede pasar, informó NHK.
"Cualquier cosa puede pasar", dijo. "No podemos predecirlo en absoluto. Aunque nos preparamos para todos los escenarios, quiero hacer todo lo posible para la liberación del señor Goto".
El secretario del gabinete Yoshihide Suga llegó a la oficina del primer ministro, Shinzo Abe, el sábado por la tarde, y el primer ministro está a la espera de recibir actualizaciones periódicas sobre la situación, dijo NHK.
El ejército de Jordania dijo en medios estatales el viernes que estaban "trabajando las veinticuatro horas del día".
Un mensaje de audio supuestamente grabado por Goto decía que el piloto sería ejecutado, a menos que Jordania liberara a Sajida al Rishawi, quien fue condenada a pena de muerte por su papel en un ataque suicida con bombas en 2005 que causó unos 60 muertos en Amán.
El mensaje posponía un plazo previo fijado el martes en el que Goto decía que sería ejecutado en 24 horas si Rishawi no era liberada.
La crisis de rehenes se produce mientras el Estado Islámico, que ya ha divulgado vídeos que muestran la decapitación de cinco rehenes occidentales, se enfrenta a una creciente presión militar por los ataques aéreos liderados por Estados Unidos y una ofensiva de tropas iraquíes y kurdas que quiere revertir los avances territoriales del grupo islamista en Irak y Siria.
Abe ha dicho en repetidas ocasiones que Japón no cederá ante el terrorismo y que mantendría la cooperación con la comunidad internacional.
La crisis de los rehenes estalló después Abe anunciara en El Cairo 200 millones de dólares en ayuda no militar a países opuestos al Estado Islámico, pero su gobierno ha rechazado las sugerencias de que actuó precipitadamente y destacó que la asistencia era de carácter humanitario.
Goto fue a Siria a finales de octubre. Según amigos y socios de negocios estaba tratando de lograr la liberación de Haruna Yukawa, un amigo y japonés que fue capturado por Estado Islámico en agosto.
En el primer vídeo, supuestamente de Goto, enviado hace poco más de una semana, una figura enmascarada vestida de negro con un cuchillo decía que Goto y Yukawa serían asesinados en 72 horas si Japón no pagaba al Estado Islámico 200 millones de dólares.