Río de Janeiro, 25 de abril, 2016 (AP). El presidente interino Michel Temer anunció el martes una serie de medidas de austeridad a fin de aliviar la peor crisis económica que Brasil ha visto en décadas, y advirtió que si no se toman medidas urgentes se estaría sentenciando a futuras generaciones a "penurias extraordinarias".
Durante una reunión televisada con otros funcionarios del gobierno, el mandatario de 75 años golpeó la mesa insistiendo en que estaba en condiciones de ejercer la presidencia.
Temer dijo que el gobierno recibirá el pago anticipado de aproximadamente 28,000 millones de dólares que le había prestado al banco de inversión nacional BNDES, y que eliminaría un fondo creado para invertir los ingresos petroleros en educación.
Temer prometió además enviar una propuesta al Congreso que indexará el crecimiento del gasto público a la inflación, que actualmente ronda el 10 por ciento.
Las medidas de austeridad más severas dependerán del Congreso, y en especial del Senado. Los senadores deberán decidir en los próximos meses si restituyen o destituyen de manera permanente a la presidenta suspendida Dilma Rousseff cuando termine el juicio político en su contra. Si la destituyen, Temer podrá continuar como presidente hasta el 2018.
El mandatario interino no ha fijado un plazo para presentar una iniciativa sobre su "prioridad número 1": una reforma al sistema de pensiones del país. La semana pasada, Temer nombró una comisión para que estudie y negocie una reforma. Sin embargo, dos de los sindicatos más grandes del país rechazaron participar y señalaron que no reconocían al gobierno de Temer.
"Si seguimos el mismo camino sin actuar, sentenciaremos al pueblo brasileño a penurias extraordinarias", declaró.
La economía de Brasil, que ha sido un motor importante para muchas naciones sudamericanas, se contraerá alrededor de 3% este año después de una caída de casi 4% en 2015.
Temer afronta grandes desafíos para conseguir la aprobación de sus reformas en el Congreso. Aunque muchos legisladores apoyaron el juicio político contra Rousseff, será mucho más difícil que den el visto bueno a reformas complejas.
En la primera prueba de Temer con los legisladores, el Congreso debe aprobar una nueva meta fiscal para 2016, con un déficit presupuestario equivalente a casi 48,000 millones de dólares.
La cifra anterior con Roussef como presidenta fue un déficit equivalente a poco más de 27.000 millones de dólares. Los legisladores de ambos bandos dijeron que hay gran probabilidad de que la votación se posponga para la próxima semana.
"He escuchado: 'Temer está viejito, pobrecito, ya no puede gobernar'. ¡Eso es un disparate!", dijo Temer, que usualmente es tan calmado que le han apodado "el mayordomo".
"Fui secretario de seguridad interior en Sao Paulo dos veces, y tuve que lidiar con criminales. Yo sí sé cómo gobernar", agregó.
Señaló que su gobierno ha sido víctima de "agresión psicológica".
Temer, quien lleva menos de dos semanas como presidente interino, ha sido duramente criticado por diversas razones, como por ejemplo por haber nombrado un gabinete formado únicamente por hombres blancos, o por considerar ideas impopulares propuestas por su ministro de Finanzas, como la de aumentar los impuestos.
Los problemas para Temer se agravaron el lunes, cuando su ministro de Planeación, Romero Juca, solicitó licencia luego de que surgió una grabación en la que parece estar argumentando que la destitución de Rousseff era necesaria para frenar una investigación sobre actos de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Desde que Temer asumió la presidencia, sindicatos, artistas, políticos y estudiantes han efectuado protestas en su contra.
Temer, aliado convertido en enemigo de Rousseff, carece de popularidad. Según diversas encuestas, muchos brasileños desearían que Temer también enfrente juicio político. Y la anterior ocasión que participó como candidato en comicios, en 2006, obtuvo la cifra más baja de votos entre quienes ganaron alguna banca en la Cámara de Diputados.
También el martes, Temer reinstauró el Ministerio de Cultura ante las severas críticas de artistas como Caetano Veloso, ganador de un Grammy, y Fernanda Montengro, nominada al Oscar, después de que decidiera fusionarlo con el Ministerio de Educación.
El mandatario interino tendrá que esforzarse bastante a fin de convencer a los brasileños de su capacidad para impulsar un cambio positivo.
El instituto IBOPE publicó el martes una encuesta según la cual sólo 31% de los brasileños se dijo "optimista" o "muy optimista" sobre Temer, mientras que 34% señaló que era "pesimista" o "muy pesimista" y 30% se dijo indiferente; 5% no respondió.