Dublín, 30 ene (EFE).- La primera ministra británica, Theresa May, afirmó hoy que la invitación para que el presidente de EEUU, Donald Trump, visite este año el Reino Unido "se mantiene", a pesar de las protestas sociales por las medidas migratorias impuestas por Washington.
May efectuó esas declaraciones después de entrevistarse en Dublín con su colega irlandés, Enda Kenny, para abordar la situación de sus países ante la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
En la posterior rueda de prensa, Kenny indicó que su Gobierno está en "desacuerdo" con la política de inmigración de Trump, mientras que May dijo que Londres tiene "un enfoque diferente" y, aunque no agregó más, confirmó que la visita del mandatario estadounidense, prevista para este año, "se mantiene".
"Estados Unidos es un estrecho aliado del Reino Unido. Trabajamos juntos en muchas áreas de interés común y tenemos una relación especial entre nosotros", declaró la "premier" británica.
Durante su viaje a Washington la semana pasada, la líder conservadora invitó a Trump a realizar una visita de Estado al país en una fecha por concretar, en la que será recibido por la reina Isabel II.
En respuesta a la posible visita del dirigente republicano, más de 1,4 millones de personas en el Reino Unido ha firmado en menos de 24 horas una petición para que el Gobierno suspenda esa invitación.
"He cursado una invitación para que Trump efectúe una visita de Estado al Reino Unido y esa invitación se mantiene", zanjó hoy May en la capital irlandesa, al tiempo que recordó que fue ministra de Justicia e Interior, dejando entrever que entiende las preocupaciones del presidente estadounidense respecto al tema de la inmigración.
Las polémicas medidas acordadas por Trump vetan la entrada en EEUU de ciudadanos con pasaportes de Libia, Sudán, Irak, Somalia, Siria, el Yemen e Irán y suspenden la entrada de todos los refugiados durante 120 días y de los sirios indefinidamente.
Por su parte, Kenny reiteró hoy que ha aceptado la invitación cursada por Trump para asistir a la tradicional recepción que organiza cada año la Casa Blanca el día de San Patricio (17 de marzo).
El "Taoiseach" (primer ministro irlandés) aseguró que es importante "dar voz" a los miles de irlandeses que residen en EEUU, pues no se trata solo de entrevistarse con Trump, dijo, sino de reafirmar la especial relación que mantienen ambos países. México :: Mundo