Barcelona (EuroEFE).- El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, asumió este martes lo que consideró "el mandato" del referéndum ilegal de 1 de octubre para que la región sea independiente, pero suspendió los efectos de la declaración de independencia para abrir un proceso de diálogo.
"Asumo el mandato del pueblo de Cataluña para que sea un Estado independiente en forma de república", dijo Puigdemont en un discurso en el Parlamento regional en el que habló en español y catalán, y en el que aseguró que las urnas, el 1 de octubre, fijaron un recorrido que él está "dispuesto a transitar".
A continuación propuso dejar en suspenso la declaración de independencia para que "en las próximas semanas" se emprenda un diálogo y emplazó al Gobierno español a aceptar una mediación.
Ello, explicó, en un intento de "desescalar la tensión" con el Estado español, al que pidió "un gesto de generosidad y responsabilidad".
La primera reacción del Ejecutivo español fue restar validez a una "no declaración de independencia" como la anunciada por Puigdemont, que además, según el ministro de Justicia, Rafael Catalá, se suspende "inmediatamente".
Además dijo que no se puede dar por válido un pronunciamiento que parte de un ley, la del referéndum aprobada el 6 de septiembre por el Parlamento catalán, suspendida por el Tribunal Constitucional y de una consulta "con un recuento irregular".
Según el líder catalán, su Ejecutivo celebrará una sesión ordinaria para declarar la independencia e iniciar un proceso constituyente.
En su discurso y hablando en español, Puigdemont afirmó que no tiene nada contra España, pero apuntó que la relación es "insostenible" después de años de lo que consideró agravios por parte de las autoridades españolas.
Entre ellos mencionó lo que consideró "menosprecio" a la lengua y la cultura catalanas, la falta de inversiones y la decisión del Tribunal Constitucional en 2010 de recortar el Estatut (norma básica en Cataluña) que había sido aprobado en consulta popular unos años antes.
Recordó que durante mucho tiempo ha reclamado un referéndum de independencia acordado como el celebrado en Escocia en 2014 pero se ha encontrado con "una negativa radical y absoluta" del Gobierno español.
La oposición habla de "golpe a la democracia"
La oposición en pleno criticó el planteamiento de Puigdemont, que calificó de "golpe a la democracia", y le acusó de representar "el peor nacionalismo" que ha existido en Europa.
"Una minoría no se puede imponer a una mayoría", dijo el líder socialista catalán, Miquel Iceta, al considerar que los resultados del referéndum del 1 de octubre solo representan a un 38 % de población de Cataluña.
La intervención del líder catalán se retrasó una hora por las desavenencias surgidas en el último momento con uno de los grupos que le han venido apoyando, el partido antisistema Candidatura de Unidad Popular (CUP).
Su portavoz, Anna Gabriel, mostró su decepción por el discurso de Puigdemont y reconoció que "tal vez hemos perdido una ocasión" porque la república podía convertirse en un "medio de negociación".
Después de varios días de tensión y debate interno Puigdemont optó por una fórmula menos radical de lo que había anticipado.
Fuga de empresas
Desde el 1 de octubre Cataluña ha registrado el cambio de sede social de grandes empresas a otros puntos de España ante el temor a la inseguridad jurídica y la incertidumbre de la eventual declaración de independencia.
Ha sido el caso de bancos como CaixaBank y Sabadell, la energética Gas Natural Fenosa, la empresa Aguas de Barcelona y la concesionaria de autopistas Abertis.
Además, numerosos líderes internacionales, entre ellos los de la Unión Europea, pidieron a Puigdemont que no declarase la independencia.
La expectación de estos días se trasladó hoy a la Cámara catalana, donde centenares de informadores se acreditaron para seguir la sesión, entre ellos decenas procedentes del extranjero.
Mientras tanto, en las cercanías del Parlamento catalán, miles de partidarios de la independencia seguían la intervención de Puigdemont en medio de grandes medidas de seguridad.
Esas medidas llevaron incluso a que la Policía ampliara su presencia en algunas infraestructuras básicas, como los puertos y aeropuertos de la región.
Llamamientos al respeto al orden constitucional desde Europa
Con solemnidad y poco antes de que Puigdemont interviniense en el Parlament, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió al presidente del Gobierno regional de Cataluña que no declarase la independencia y respete el orden constitucional de España.
"Le pido a usted que respete el orden constitucional y que no anuncie una decisión que haría ese diálogo imposible", dijo Tusk en un debate en el Comité de las Regiones de la Unión Europea (UE), tras recordar que el 2 de octubre le pidió diálogo al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Tras repasar los desafíos a los que se enfrenta la UE, como la crisis migratoria o el "brexit", Tusk, presidente de la institución que representa a los 28 Estados miembros de la Unión, se dirigió expresamente a Puigdemont "poco antes de su discurso" de esta tarde en el Parlamento catalán.
"Me dirijo a usted, no sólo como el presidente del Consejo Europeo sino también como alguien que cree con fuerza en el lema de la UE: "unidos en la diversidad" y como miembro de una minoría étnica, como regionalista, como un hombre que sabe lo se siente cuando te pega la porra de un policía y como exprimer ministro de un país europeo", dijo Tusk que fue primer ministro de Polonia de 2007 a 2014.
"En resumen, como alguien que entiende y siente los argumentos y emociones de todas las partes", explicó.
Tusk recordó que "hace unos días" le pidió a Rajoy que buscara "una solución para el problema sin usar la fuerza, que buscara el diálogo, porque la fuerza de los argumentos son siempre mejores que los argumentos de la fuerza".
"Le pido a usted (Puigdemont) que respete en sus intenciones el orden constitucional y no anuncie una decisión que haría ese diálogo imposible. La diversidad no debería y no debe llevar al conflicto cuyas consecuencias, obviamente, serían malas para los catalanes, para España y para el conjunto de Europa", añadió.
El presidente del Consejo Europeo llamó a "buscar siempre lo que nos une y no lo que nos divide", al tiempo que subrayó que "eso es lo que decidirá el futuro de nuestro continente". euroefe