SALZBURGO, Austria (Reuters) - Los líderes europeos presionaron el jueves a Reino Unido para alcanzar un acuerdo sobre el Brexit en octubre y advirtieron a la primera ministra Theresa May que si no cede en materia comercial ni en el tema de la frontera irlandesa antes de noviembre están dispuestos a afrontar el nuevo escenario.
“Don’t worry, be happy” (“No se preocupen, sean felices”), dijo bromeando con periodistas el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tras una cumbre en Austria, en la que dijo que Europa está preparada si no se llega a un acuerdo antes de que Reino Unido deba abandonar el bloque en marzo.
May prometió nuevas propuestas para garantizar a Dublín que no tendrá “una frontera dura” con Irlanda del Norte, pero advirtió que no tendría problemas si no se llega a un acuerdo, aunque muchos miembros de la cumbre en Salzburgo vieron esas declaraciones más como una estrategia de negociación que como una amenaza creíble.
La primera ministra británica dijo también que las propuestas de Chequers sobre el comercio con la UE, que tenían por objetivo resolver las disputas sobre la frontera de Irlanda del Norte, eran el único camino a seguir, pero los líderes de la UE reiteraron su opinión de que esas propuestas debilitarán su preciado mercado único.
Pero los líderes regionales también intentaron mostrarse positivos en unas conversaciones que se extienden por 24 horas e incluso el presidente de la cumbre, Donald Tusk, dijo estar más optimista sobre un futuro acuerdo de libre comercio.
Tusk dijo que una cumbre que se realizará en Bruselas el 18 de octubre será el “momento de la verdad” para superar los grandes problemas que persisten, mientras que los líderes europeos aseguraron que el fin de semana del 17 y 18 de noviembre es una buena fecha para formalizar un acuerdo.
Sin embargo, tanto May como la canciller alemana, Angela Merkel, son de las que insisten en que todavía hay “mucho trabajo” por hacer.
May afrontará una batalla interna con el gobernante Partido Conservador en un congreso que se realizará dentro de 10 días. Los conservadores se burlan de la voluntad de May de exponer a Reino Unido a mucha regulación de la UE a cambio de libre comercio y algunos prefieren un “Brexit duro” en marzo, sin un acuerdo de transición, a pesar de las advertencias de que esto podría causar estragos en la economía británica.
Los líderes de la UE saben que May puede ceder poco antes del congreso que termina el 3 de octubre, pero esperan que el negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, pueda garantizar el próximo mes un acuerdo con la primera ministra británica sobre lo que serán las nuevas propuestas del bloque.
“La danza ritual siempre forma parte de negociaciones como esta”, dijo a Reuters un asesor de uno de los homólogos de May en la cumbre. “Puede ser que acepten lo que proponemos tras el congreso de los conservadores”, agregó.
Sin embargo, muchos dudan de que se pueda lograr un acuerdo para mediados de noviembre. Bruselas conoce el teatro de la diplomacia, donde resistir hasta el final puede ayudar a mejorar sus niveles de popularidad, aunque algunos diplomáticos creen que un acuerdo se lograría solo antes de Navidad.
“Hoy quedó claro que necesitamos un avance sustancial para octubre y que entonces tratemos de finalizar todo en noviembre”, dijo Merkel. “Pero aún queda mucho trabajo por hacer sobre la pregunta de cómo serán las futuras relaciones comerciales”, añadió.
“No se puede pertenecer al mercado único si no se es parte del mercado único, pero se puede desarrollar mucha creatividad para encontrar soluciones prácticas, buenas y cercanas”, sostuvo. UE
Foto: La primer ministro británica, Theresa May y el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker Brexit