Bruselas (EuroEFE).- Casi dos horas de reunión y "un buen progreso", pero sin acuerdos. Así se resume la reunión del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, este miércoles en Bruselas para cerrar los flecos de los textos a los que deben dar luz verde los Veintisiete en la cumbre del domingo sobre el "brexit".
"Se alcanzó un muy buen progreso en el encuentro entre el presidente Juncker y la primera ministra Theresa May. El trabajo continúa", dijo una portavoz de la Comisión al término del encuentro, que no especificó en qué ámbitos se produjo ese progreso.
Estaba previsto que ambos líderes dedicaran el encuentro a intentar sellar los documentos que los líderes de los Veintisiete deberán aprobar en su cumbre extraordinaria del próximo 25 de noviembre, si bien algunos países han acogido el acuerdo de retirada con reservas.
May ya logró el pasado miércoles el apoyo de su Gabinete al acuerdo alcanzado entre los negociadores de Londres y Bruselas, tras una larga reunión con sus ministros, aunque enfrentará pronto el mayor de los obstáculos a nivel doméstico para finalizarlo: la aprobación por parte del Parlamento de Westminster.
Este acuerdo pasó por la lupa de los Veintisiete el pasado lunes, donde representantes de los Estados miembros respaldaron el texto "de manera global", según el negociador jefe europeo, Michel Barnier.
El político francés aseguró entonces que el pacto alcanzado es "justo y equilibrado", tiene en cuenta la posición del Reino Unido y "prepara el terreno" para alcanzar posteriormente una "asociación ambiciosa" con ese país.
"Estamos en un momento decisivo de este proceso. Nadie debería perder de vista el progreso que se ha alcanzado en Bruselas y en Londres", advirtió el negociador europeo.
Gibraltar y la pesca, entre los escollos
Pese a que Barnier abanderó entonces la unidad de los Veintisiete sobre el texto preliminar, varios Estados miembros plantearon en esa misma reunión y de manera pública posteriormente algunas reservas en capítulos como Gibraltar o la pesca.
Entre esos países está España, que quiere mayores garantías jurídicas de que tendrá la última palabra en cualquier futuro acuerdo con Gibraltar y considera que ahora no existe suficiente certidumbre en las palabras empleadas en el texto.
En cuanto a la pesca, España está también entre el grupo de países que han expresado su preocupación por el hecho de que el texto de la retirada no incluye el acceso de la flota pesquera europea a las aguas territoriales del Reino Unido tras el final del período de transición.
La negociación de acceso ha quedado fuera del acuerdo de salida y queda pospuesta a las conversaciones sobre la relación futura, que comenzarán tras el 29 de marzo de 2019 y en la que entrarán también los términos de un futuro tratado comercial, algo a lo que se oponen España, Francia, Bélgica y Holanda, entre otros. euroefe