MADRID (Reuters) - Miles de personas se manifestaron el domingo en Madrid contra las conversaciones propuestas por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, para aliviar las tensiones políticas en Cataluña, en una protesta organizada por los partidos de oposición de centro derecha y extrema derecha.
Los manifestantes, agitando banderas españolas, llenaron la Plaza de Colón en el centro de la ciudad en la protesta más grande que Sánchez ha enfrentado, bajo el lema: “Por una España unida, ¡elecciones ya!”, en una nueva presión contra su gobierno en minoría.
La propuesta del gobierno socialista el martes pasado de nombrar a un relator en las conversaciones entre los partidos políticos para abordar la crisis de la independencia catalana galvanizó a la oposición, que ha considerado la propuesta una traición y una rendición a la presión de los separatistas catalanes pidiendo elecciones anticipadas.
Sánchez, que llegó a la presidencia con una difícil moción de censura contra el gobierno conservador del PP en junio pasado, tiene solo una cuarta parte de los escaños en el parlamento y en esa ocasión contó con el respaldo del partido anti-austeridad Podemos y con los nacionalistas catalanes y otros partidos pequeños que también han facilitado la aprobación de algunas leyes.
Pero el gobierno enfrenta una votación clave el próximo miércoles sobre su propuesta de presupuesto para 2019, que probablemente fracasará sin el apoyo de los partidos catalanes. Los secesionistas han condicionado su voto para el presupuesto a las conversaciones catalanas, exigiendo hablar sobre el derecho de autodeterminación, algo que Sánchez ha asegurado que no entrará en la agenda al estar en contra de la Constitución.
Si el parlamento no aprueba el proyecto de ley de presupuesto podría precipitar unas elecciones anticipadas antes de los comicios programados para 2020.
Los grupos de centro-derecha Partido Popular y Ciudadanos organizaron la protesta del domingo, en la que también participó el partido de extrema derecha Vox.
“El tiempo del gobierno de Sánchez ha terminado”, dijo el líder del Partido Popular, Pablo Casado, en la protesta.
Sánchez, que en su día apoyó al gobierno del PP en la intervención de Cataluña tras un voto ilegal, había dicho que la marcha mostraría una “España en blanco y negro, que pretende dar marcha atrás” y el domingo defendió su patriotismo y voluntad integradora.
“Lo que estoy haciendo ahora, siempre respetando la Constitución es resolver una crisis de estado... sí, el gobierno trabaja por la unidad de España y eso significa unir a los españoles y no enfrentarlos como están haciendo las derechas en la plaza de Colón hoy”, dijo en un mitin en Santander.
Ana Puente, una jubilada de 73 años , dijo precisamente que estaba protestando por una “España unida”.
“El Gobierno está cediendo muchas cosas a los independentistas catalanes y nos va a partir España por la mitad”, dijo Raquel García, una jubilada de 76 años que llevaba una bandera de España con los colores desgastados por el sol.La protesta tuvo lugar dos días antes del inicio del juicio de 12 líderes de la independencia catalanes, que enfrentan hasta 25 años en prisión por cargos de rebelión y malversación de fondos públicos por su papel en el intento fallido de secesión en 2017.
El gobierno lo tiene difícil en los dos bandos del conflicto catalán: la vicepresidenta, Carmen Calvo, dijo el viernes que las conversaciones estaban en vías de fallar porque los grupos catalanes independentistas habían rechazado el marco propuesto por el gobierno. Los grupos catalanes quieren un referéndum sobre independencia incluido en la agenda, que Madrid no aceptará.
Encuestas de opinión recientes han mostrado que el Partido Popular, Ciudadanos y Vox podrían tener oportunidades de gobernar en coalición si se realizaran elecciones, lo que les permitiría reemplazar al gobierno socialista.
Foto: En la imagen, participantes en la protesta convocada por los partidos de derechas en contra del gobierno de Pedro Sánchez en la madrileña Plaza de Colón el 10 de febrero de 2019. REUTERS/Sergio Perez