WASHINGTON (AP) — Después de la matanza de una escuela secundaria de Parkland, Florida, de hace dos años, Donald Trump se quejó de que los legisladores republicanos no tomaban medidas para restringir la venta de armas por “temor” a la Asociación Nacional del Rifle.
Tras matanzas contiguas en Ohio y Texas en el 2019, el presidente se mostró a favor de “fuertes revisiones de antecedentes”, pero volvió a dar marcha atrás.
Ahora, en plena campaña electoral, Trump defiende a rajatablas el derecho a portar armas, en marcado contraste sus posturas de los comienzos de su presidencia, cuando jugueteó con la idea de promover leyes más estrictas en relación con las armas.
No se habló de restringir la venta de armas cuando Trump recibió a familiares de las víctimas de Parkland en la Casa Blanca el lunes, cuatro días antes del segundo aniversario del episodio, en el que murieron 17 personas. El gobierno simplemente lanzó un portal que busca ayudar a maestros, padres y autoridades a enfrentar las amenazas a las escuelas.
En las últimas semanas, en sus actos de campaña Trump les ha estado diciendo a sus partidarios que los demócratas “les van a sacar sus armas”.
Trump puso el derecho a las armas como un tema de campaña al decir en un tuit que los demócratas de Virginia “les van a sacar sus armas. Los republicanos ganarán en Virginia en el 2020. ¡Gracias demócratas!”.
Y el lunes por la noche, en el momento culminante de un discurso en New Hampshire, Trump dijo que el derecho a portar armas era tan precioso como los derechos a la privacidad, la libre expresión y la libertad religiosa.
Asesores de Trump creen que su apoyo al derecho a portar armas puede ayudarlo en estados como Minnesota, Nuevo México y New Hampshire, donde necesita votos de hombres blancos y de zonas rurales, dos sectores que lo ayudaron en su sorpresiva victoria del 2016.
Esta postura hacia las armas marca un gran contraste con los principales aspirantes a la nominación demócrata, que proponen restringir la venta de armas.
“Los demócratas han demostrado que no respetan la Segunda Enmienda, lo que será uno de varios contrastes que surgirán durante la campaña”, expresó el portavoz de la campaña de Trump Tim Murtaugh, aludiendo a una enmienda de la constitución que sanciona el derecho a poseer y portar armas.
Luego de invertir más de 50 millones de dólares para facilitar la victoria de Trump en el 2016, la Asociación Nacional del Rifle (conocida por sus siglas en inglés, NRA) podría tener un impacto menor este año, de acuerdo con Robert Spitzer, profesor de ciencias política de la Universidad Estatal de Nueva York-Cortland, experto en las leyes sobre armas.
La poderosa organización defensora del uso de armas enfrenta dificultades financieras, luchas internas e investigaciones de la fiscalía de Nueva York que hacen peligrar su status como agrupación que no paga impuestos.
Entre Trump y el Partido Republicano tenían 195 millones de dólares a fines del 2019, lo que hace que el dinero de la NRA no sea tan importante.
Pero se especula que al presentarse como un defensor del derecho a las armas Trump podría persuadir a algunos votantes desencantados con la política para que acudan a las urnas y voten por él.
“No quiere ampliar su base, sino promover una participación alta de su gente”, dijo Spitzer. “Una de las claves del 2016, aunque no la única, fue que la participación de los sectores rurales blancos fue un poco más alta que lo anticipado”.
Los republicanos probablemente tengan que hacer frente a una intensa campaña de los sectores a favor de un control más estricto de la venta de armas.
Estos sectores se sienten alentados por los resultados de las elecciones de mitad de término del 2018, en las que más de 30 candidatos republicanos que apoyaba la NRA perdieron sus contiendas.
“Su táctica ha sido decir cosas incendiarias sobre las armas para entusiasmar a su base, pero ni él ni la NRA han podido hacer pasar ninguna de las leyes prioritarias para ellos, ni siquiera con un Congreso controlado por los republicanos” en los dos primeros años de su presidencia, señaló Shannon Watts, fundadora de Mom’s Demand Action, que promueve restricciones a la venta de armas. ap
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