En la imagen, la canciller alemana, Angela Merkel (D), y el secretario de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en una conferencia después de unas conversaciones en Berlín, el 2 de julio de 2014. La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió a Moscú que las sanciones económicas seguían siendo una opción a menos que respalde los esfuerzos por la paz, mientras que en Ucrania las fuerzas del Gobierno realizaban una ofensiva contra los rebeldes prorrusos.
BERLIN/KIEV (Reuters) - Los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y Ucrania acordaron en Berlín celebrar una ronda de diálogo de tres días a partir del
sábado, que incluya a separatistas prorrusos y que prepare el camino para un nuevo cese al fuego, pese a que siguen los enfrentamientos que según Kiev han cobrado la vida de 145 de sus soldados.
"Es un compromiso claro para un cese al fuego multilateral", dijo el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, tras las conversaciones en Berlín con sus homólogos de Rusia, Sergei Lavrov; Ucrania, Pavlo Klimkin; y Francia, Laurent Fabius.
Rusia y Ucrania siguen culpándose mutuamente por la violencia que arruinó el alto el fuego de 10 días, que Kiev declaró terminado el lunes antes de reanudar su ofensiva militar contra los separatistas del este del país, muchos de los cuales habían ignorado la tregua.
Pero Lavrov dijo en una rueda de prensa conjunta que habían acordado trabajar para "una tregua estable y de largo plazo".
"Nos proponemos lograr esto pronto a través de una reunión del Grupo de Contacto, que -esperamos- celebrará una reunión en los próximos días y acordará las condiciones para una tregua que satisfaga a todos los bandos", dijo el ministro ruso.
Ese grupo, que representa a Ucrania, Moscú y a los rebeldes, con la mediación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), debería reunirse "no más tarde del 5 de julio con el objetivo de alcanzar un alto el fuego incondicional, mutuamente acordado y sostenible", dijo el documento acordado por los cuatro ministros.
Klimkin añadió una nota de cautela, diciendo que debe liberarse a los rehenes y a Ucrania debe permitírsele controlar sus fronteras para evitar que los rebeldes reciban nuevos combatientes y armas.
El documento dice que Rusia se ha comprometido a permitir guardias fronterizos ucranianos en puntos de control en Gukovo y Donetsk.
"La desescalada de la situación ocurrirá cuando el plan de paz del presidente ucraniano se respete en su totalidad", dijo Klimkin.
Lavrov declaró que la decisión del presidente ucraniano, Petrol Poroshenko, de terminar el cese al fuego había costado "la vida de personas y seria destrucción en infraestructuras civiles (...) pero más vale tarde que nunca".
AMENAZA DE SANCIONES
La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió el miércoles a Moscú antes de las conversaciones que las sanciones económicas seguían siendo una opción a menos que apoye los esfuerzos de paz.
"En lo que se refiere a las sanciones contra Rusia, hasta ahora hemos llegado al nivel dos y no podemos descartar tener que ir más allá", dijo Merkel en referencia a las medidas contra empresas y funcionarios rusos a quienes Occidente acusa de minar la integridad territorial de Ucrania.
La Unión Europea ha amenazado con profundizar las sanciones contra la economía rusa a menos que controle a los separatistas en Ucrania. Moscú niega que les esté apoyando.
Los separatistas dispararon un lanzamisiles manual que alcanzó y dio a un avión de combate SU-24, dijo un portavoz militar. Cinco soldados, incluyendo un guardia fronterizo ucraniano, fallecieron desde que se retomó la ofensiva el lunes por la noche.
Esto elevó a 200 el número de efectivos de servicio ucranianos asesinados desde el inicio del conflicto, incluyendo 150 soldados, dijo Andriy Lytsenko, portavoz del consejo nacional de seguridad y defensa de Ucrania.
Cientos de civiles y rebeldes también han fallecido.