La favorita, según las últimas encuestas, a ganar las próximas elecciones en Brasil, ha cerrado su programa de gobierno. El texto ha sorprendido porque choca con los preceptos religiosos de la candidata. El texto de su programa electoral deja claro que, en caso de ser presidenta, la candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) se compromete a "garantizar los derechos de la unión civil entre personas del mismo sexo". El texto no utiliza la palabra "casamiento", que aparecía en un primer borrador, sino que se habla de "unión civil".
El documento inicial sorprendió a los grupos de defensa de los derechos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT), debido a que la exsenadora es evangélica, y ha sostenido que personalmente no es favorable al casamiento de parejas del mismo sexo, aunque defiende que las personas "tengan el derecho a defender esas banderas". "Permanece intocable el compromiso irrestricto con la defensa de los derechos civiles de los grupos LGBT y con la promoción de acciones que eduquen a la población para la convivencia respetuosa con la diferencia y la capacidad de reconocer los derechos civiles de todos", aclara el comunicado de prensa con el que se presentó el texto definitivo de su programa de gobierno.
Aborto, economía y programas sociales
Sobre la legalización del aborto, otro de los puntos que choca con los preceptos religiosos de Silva, la candidata se compromete a "consolidar" en el ámbito de la salud pública los servicios de interrupción del embarazo contemplados en la legislación actual, que se limitan a los casos en que la gestación es fruto de una violación, constituye un riesgo de vida para la mujer o cuando el feto no tiene cerebro.
En otro orden de asuntos, Silva propone el fin de la reelección y la ampliación del mandato presidencial de cuatro a cinco años. En lo económico, la propuesta se basa en la "recuperación del trípode macroeconómico" -cambio fluctuante, meta de inflación y disciplina fiscal-, la disminución del peso del Estado en la economía y la autonomía legal del Banco Central, aunque en este punto defiende la intervención de este organismo en la tasa de cambio, salvo en casos de necesidad.
En el ámbito social, Marina Silva se compromete a mantener, e incluso ampliar, los programas sociales "Beca Familia" y "Mi Casa, Mi Vida", buques insignia de los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y de la actual mandataria, Dilma Rousseff. Respecto al cuidado del medio ambiente, la exsenadora propone políticas destinadas a reducir las emisiones de dióxido de carbono y ampliar la participación de la energía solar en la matriz energética brasileña.
Favorita en las encuestas
Desde su proclamación como candidata a la Presidencia el pasado miércoles 20, cuando sustituyó al candidato socialista Eduardo Campos, muerto en un accidente aéreo, Silva se disparó en las encuestas previas a los comicios, cuya primera vuelta se celebrará el 5 de octubre.
Según el último sondeo, divulgado anoche por el instituto Datafolha (privado), la exministra empataría con Rousseff en la primera vuelta, con 34 por ciento de los votos cada una, y se impondría a la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) en una segunda ronda, con 50 por ciento de los votos contra 40 de la exjefa de Gabinete de Lula.