WASHINGTON (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el jueves que aún planea adoptar medidas de manera personal para mejorar el sistema de inmigración de Estados Unidos, pero que el momento para realizarlas ha sido afectado por la necesidad de lidiar con un flujo de niños inmigrantes provenientes de América Central.
Obama había dicho previamente que planeaba hallar formas de cambiar las normas de inmigración antes del fin del verano boreal, agregando que eran necesarias medidas unilaterales ante el fracaso del Congreso a la hora de aprobar reformas detalladas.
Pero en una conferencia de prensa el jueves, Obama se mostró cauto sobre el momento de su anuncio, que sería controvertido antes de las elecciones legislativas de noviembre, donde está en riesgo el control que los demócratas tienen del Senado de Estados Unidos.
Cuando se le preguntó si postergaría su decisión sobre los cambios al sistema inmigratorio, Obama habló del tiempo que su Gobierno ha invertido en detener a niños inmigrantes, de los cuales casi 63.000 han cruzado la frontera suroeste desde octubre del 2013.
"Algunas de estas cosas afectan los cronogramas y nosotros vamos a estar trabajando tan sistemáticamente como sea posible para conseguir que esto se realice", dijo Obama.
"Pero no tengan dudas: ante la ausencia de una medida del Congreso, yo voy a hacer lo que pueda para asegurarme de que el sistema funcione mejor", declaró.
En el 2012, Obama otorgó una situación legal temporal a algunos inmigrantes indocumentados que fueron llevados a Estados Unidos como niños. Grupos hispanos lo han presionado para que extienda esa política a millones de miembros de las familias de esos niños.
El 70 por ciento de los estadounidenses, sin embargo, cree que los inmigrantes indocumentados amenazan a la cultura y la economía del país, mostró previamente este mes un sondeo Reuters/Ipsos.
La inmigración ha sido un tema espinoso para los legisladores en reuniones en sus estados este verano boreal y los conservadores que se oponen a las políticas migratorias de Obama han amenazado con unir el tema a una ley de presupuesto que debe ser aprobada a la brevedad, planteando la posibilidad de una nueva paralización del Gobierno.
Pero si Obama se demora, eso podría enfurecer a los grupos hispanos, una base de apoyo importante para los demócratas.
La cantidad de niños que llegan a la frontera ha disminuido, peor podría aumentar nuevamente cuando el calor del verano boreal disminuya. La Casa Blanca quiere asegurarse de que un anuncio de alto perfil de Obama no genere inadvertidamente otra ola de inmigrantes.
"No queremos ver que la gente vuelva a realizar este peligroso viaje hacia la frontera en los próximos meses", dijo un funcionario de la Casa Blanca bajo condición de anonimato.