MADRID (Reuters) - El nuevo presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo el lunes que la Unión Europea (UE) debe ser un espacio de cohesión económica y social y ayudar a reducir las desigualdades dentro del bloque.
Sánchez llegó a la presidencia el viernes luego de que una inusual alianza de partidos nacionalistas y antiausteridad respaldó una moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy por un escándalo de corrupción.
El nuevo Gobierno “alberga la firme convicción de que el proyecto de integración europea debe conllevar, ante todo, el establecimiento de un espacio de progreso, de bienestar compartidos y, en consecuencia, de reducción de las desigualdades que ahora mismo sufre la ciudadanía española y la europea”, dijo.
En su primera conferencia de prensa después de que prestó juramento el sábado, el socialista proeuropeo agregó que pondría el diálogo y la comprensión por encima del enfrentamiento en momentos en que los nacionalistas han recuperado el control de Cataluña y se comprometieron a seguir buscando la independencia.
El ánimo del nuevo Ejecutivo de España “será el de anteponer siempre el consenso a la crispación en todos y cada uno de los ámbitos de la política española y de la política internacional”, afirmó Sánchez en declaraciones conjuntas con el jefe de gobierno de Andorra, Antoni Martí, en Madrid.
Previamente, el secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y a menudo descrito como la mano derecha de Sánchez, José Luis Ábalos, descartó un llamado de la oposición a elecciones anticipadas al opinar que eso no arreglaría los problemas de España.
“Es ciertamente inusual gobernar con 84 diputados, pero la situación española en cuanto a representación política está muy fragmentada y unas nuevas elecciones tampoco la resolvería”, dijo en una entrevista con la radio COPE. El partido socialista de Sánchez tiene 84 de los 350 escaños parlamentarios.
La actual legislatura debe finalizar a mediados de 2020, pero analistas levantaron dudas sobre si durará porque enfrenta la falta de una mayoría y de obstáculos políticos complicados, incluida la crisis catalana, un presupuesto aún por aprobar para 2018 y las expectativas de una fuerte oposición del Partido Popular de Rajoy (PP) y de Ciudadanos, de centroderecha.
“El nuevo gobierno va a ser muy débil”, dijeron analistas del banco de inversión francés Natixis. “(Su) esperanza de vida (...) podría ser muy corta”.
Los mercados financieros dieron la bienvenida al traspaso de poder relativamente fluido en Madrid, con la bolsa española en alza y una disminución en el diferencial de rendimiento de los bonos del país sobre la deuda alemana. Mientas que las agencias de calificación Moody’s y S&P dijeron el lunes que no prevén que la incertidumbre afecte el perfil de crédito. UE
Foto - El nuevo presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, deja su oficina para recibir al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, en el Palacio de la Moncloa en Madrid. 4 de junio de 2018. REUTERS/Susana Vera