La presidenta chilena, Michelle Bachelet, llamó hoy a acabar con el silencio y el miedo, en un nuevo aniversario del golpe militar de 1973, que sorprende al país conmovido por la detonación de bombas en espacios públicos. "En Chile no hay ni puede haber espacio para la violencia, para el miedo o el temor", recalcó la mandataria en un acto en el palacio presidencial de La Moneda.
La mandataria, tras subrayar que "Chile no ha olvidado su lucha por la democracia", exigió a quienes violaron los derechos humanos en esa época que entreguen toda la información que posean. En el perímetro de La Moneda, medio millar de personas homenajearon al fallecido presidente socialista Salvador Allende, derrocado en la asonada militar.
Recuerdo a las víctimas
También recordaron a las 38.000 personas que fueron torturadas, ejecutadas o desaparecidas en ese período, dejando fotos y claveles en las afuera de la sede del Ejecutivo. "Nuestra memoria no es un lastre, sino el motor de nuestra responsabilidad con el presente y el futuro", agregó.
Las heridas de la dictadura siguen estando presentes en Chile. Hoy mismo una juez de la ciudad de Valdivia, al sur del país, procesó y envió a prisión al diputado del derechista Renovación Nacional (RN), Rosauro Martínez, desaforado hace algunos meses, como autor del homicidio de tres opositores a la dictadura de Augusto Pinochet, cometidos en 1981, cuando era oficial del Ejército.
Bachelet además abordó la situación provocada tras la detonación de tres bombas en espacios públicos esta semana en el país, que dejaron dieciséis heridos, cinco de ellos graves. "Condenamos todo hecho que no respete la vida humana". La presidenta, una ex presa política, añadió que su gobierno no está dispuesto "a permitir que la cultura de la paz sea atropellada, abusada, o menospreciada por nadie".