EDINBURGO (Reuters) - Los partidarios de mantener a Escocia dentro del Reino Unido superan por cuatro puntos porcentuales a los separatistas, mostró un sondeo de YouGov publicado el viernes, a menos de una semana del referéndum sobre la independencia.
El sondeo de YouGov para los periódicos The Times y Sun arrojó un respaldo de los escoceses a mantenerse dentro del Reino Unido de un 52 por ciento, frente a un 48 por ciento de los que favorecen la independencia, excluyendo a aquellos que dijeron que no sabían cómo votar.
"La campaña del 'no' ha tomado nuevamente la delantera del referéndum en Escocia", comentó el presidente de YouGov, Peter Kellner, en un comentario sobre el sondeo.
"Esta es la primera vez que (la opción) del 'no' gana terreno desde agosto", agregó.
Los indicios de un leve alza en el respaldo por mantener intacto al Reino Unido es sólo una pequeña alegría para los que apoyan a la unión; el panorama más general que muestran recientes sondeos es que el referéndum aún será muy reñido.
Las encuestadoras YouGov y TNS han mostrado un incremento en el respaldo por la independencia desde fines de agosto debido a que la campaña secesionista liderada por Alex Salmond ganó partidarios del Partido Laborista, tradicionalmente a favor de la unión, y entre algunas votantes en Escocia.
Hasta ahora, sólo un sondeo este año, uno de YouGov del fin de semana pasado, ha colocado a los separatistas al frente. Esa encuesta, con un margen de error de más o menos 2 a 3 puntos porcentuales, mostró una ventaja de 2 puntos porcentuales de la campaña por la independencia.
"Aunque (la opción por el) 'no' ha vuelto al frente, la campaña por el 'sí' ha mantenido la mayor parte de su avance desde comienzos de agosto", comentó Kellner respecto del último sondeo de YouGov, que entrevistó a 1.268 personas en Escocia entre el martes y el jueves.
El repentino colapso de la fuerte ventaja de los unionistas ha llevado a los inversores a vender la libra esterlina, acciones en empresas con exposición a Escocia y bonos del Gobierno británico por temores a que el Reino Unido se desintegre.
Si los escoceses votan a favor de la independencia el 18 de septiembre, Gran Bretaña y Escocia tendrían que comenzar a trabajar para dividir a la economía del Reino Unido de 2,5 billones de dólares, el crudo del Mar del Norte y la deuda nacional.
En tanto, el primer ministro David Cameron enfrentaría llamados a renunciar.
Escocia tendría que decidir qué moneda usar luego de que Londres dijo que no podría usar la libra en una unión cambiaria, mientras que Gran Bretaña tendría que decidir qué hacer con su principal base de submarinos nucleares en el río Clyde, que los nacionalistas no quieren.
Los sondeos que mostraron una oscilación en el respaldo hacia los nacionalistas provocó temor entre la élite gobernante de Gran Bretaña.
Cameron viajó a Edinburgo el miércoles, donde rogó a los escoceses que no rompieran su corazón al destruir la "familia de naciones" de Reino Unido.