El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visitó hoy Gaza por vez primera en dos años. Allí observó la magnitud de la devastación causada por el conflicto con Israel y prometió ayuda para la reconstrucción.
Ban atravesó el paso fronterizo de Eretz, que separa Israel de Gaza, en un convoy de la ONU sin hacer comentario alguno a la prensa y se dirigió hacia la zona norte de la Franja, una de las más castigadas.
Una vez allí visitó algunas áreas devastadas antes de dirigirse a la sede del Gobierno de reconciliación nacional palestino, donde transmitió a sus miembros su solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional.
Ayuda concreta
"Estamos a su lado", dijo Ban, quien confirmó que el primer envío de materias primas y herramientas para la reconstrucción llegará hoy misma a la Franja de Gaza, y que lo salarios de los funcionarios serán pagados a fin de mes.
Husein al Sheij, enlace la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Gaza, afirmó que esos materiales "entrarán a través del paso de Kerem Shalom. Cemento, hierro y grava entrarán en Gaza con la colaboración de la ONU y el material será distribuido entre el sector privado de acuerdo con el mecanismo adoptado".
Tras el encuentro, Ban visitó una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el campo de refugiados de Jabalia, que fue alcanzada por proyectiles israelíes durante los cincuenta días que duró este verano la operación bélica. También visitó el barrio de Shahaiye, en el este de Gaza, arrasado por el Ejército israelí, donde prometió a sus habitantes que las casas serían reconstruidas.
Ban llegó a Gaza tras visitar el lunes Ramalá y Jerusalén, donde advirtió a los líderes palestinos e israelíes que la reconstrucción de la Franja no será consistente si no se avanza en una solución política del conflicto. El secretario general de la ONU se con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien insistió en eximir a su Gobierno de la responsabilidad de la ofensiva militar y acusó a la ONU de colaborar con el movimiento islamista Hamás.