ANKARA/BEIRUT (Reuters) - Turquía dijo el lunes que permitirá que combatientes kurdos iraquíes refuercen a los kurdos de la ciudad fronteriza con Siria de Kobani, mientras que Estados Unidos envió armas vía aérea por primera vez para ayudar a los defensores a resistir un ataque del Estado Islámico.
Washington afirmó que las armas le habían sido entregadas por autoridades kurdas iraquíes y que habían sido depositadas vía aérea cerca de Kobani, que se volvió en un blanco del Estado Islámico en septiembre y que ahora está sitiada en el este, oeste y sur, y colinda con Turquía por el norte.
Turquía ha colocado tanques en colinas con vista a Kobani, pero se ha rehusado a ayudar a las milicias kurdas en terreno sin antes llegar a un acuerdo más amplio con sus aliados de la OTAN sobre una intervención en la guerra civil siria, pues dice que también deberían emprenderse acciones contra el presidente sirio, Bashar al-Assad.
No obstante, el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, dijo en una conferencia de prensa que Turquía estaba facilitando el paso de fuerzas kurdas iraquíes peshmerga, que también han combatido al Estado Islámico cuando los militantes atacaron la región autónoma kurda en Irak durante el verano boreal.
Cavusoglu no entregó detalles.
La renuencia de Turquía a intervenir en la batalla contra el Estado Islámico, que ha capturado grandes áreas de Siria y del vecino Irak, ha llevado a una creciente frustración en Estados Unidos.
Esa política también ha provocado disturbios letales en el sudeste de Turquía por parte de kurdos furiosos por la renuencia de Ankara a ayudar a Kobani, o a al menos abrir un corredor terrestre para que voluntarios y refuerzos vayan allí.
Ankara mira a los kurdos sirios con una profunda suspicacia debido a sus vínculos con el PKK, un grupo que sostuvo una campaña militante de varias décadas en pos de los derechos kurdos en Turquía.
Más temprano, el Mando Central de Estados Unidos dijo que había enviado armas, municiones y suministros médicos a los kurdos para ayudarlos a mantener su resistencia en la ciudad llamada Kobani en kurdo y Ayn al-Arab en árabe.
Redur Xelil, portavoz de YPG, el principal grupo armado sirio kurdo, dijo que las armas enviada durante la noche tendrán un "impacto positivo" sobre la batalla y la moral de los combatientes que se han visto superados por el armamento del Estado Islámico.
Sin embargo, agregó que "ciertamente, no será suficiente para decidir la batalla".
"No creemos que la batalla de Kobani termine tan rápido. Las fuerzas (del Estado Islámico) aún están muy presentes y determinadas a ocupar Kobani. Además, existe determinación (de YPG) de repeler este ataque", comentó Xelil a Reuters en una entrevista realizada por Skype.
El portavoz no entregó más detalles sobre el cargamento.
Estados Unidos comenzó a llevar a cabo ataques aéreos contra objetivos del Estado Islámico en Irak en agosto y aproximadamente un mes después comenzó a bombardear al grupo en la vecina Siria.
El reabastecimiento para los combatientes kurdos supone una escalada en los esfuerzos estadounidenses por ayudar a las fuerzas locales a responder al grupo radical suní en Siria.
Kobani es una de tres áreas cerca de la frontera con Turquía donde sirios kurdos han establecido su propio Gobierno desde que en el país se desató una guerra civil en el 2011.