Sobre los cielos de Kobani sobrevuelan aviones de combate extranjeros. Son las naves de la coalición internacional que apoya a los combatientes kurdos, que desde septiembre enfrentar en el terreno una ofensiva del Estado Islámico (EI) en la ciudad ubicada en la frontera turco-siria. Esa lucha conjunta ha rendido frutos, a la luz de lo informado desde el frente de combate este viernes (28.11.2014).
En diversos sectores del enclave kurdo, el grupo yihadista ha debido replegar sus posiciones, incapaz de aguantar la ofensiva de los combatientes de las Brigadas de Protección Popular (YPG) de la región, apoyadas por peshmergas enviados desde el Kurdistán iraquí en octubre, así como rebeldes sirios. Los rápidos avances iniciales de los milicianos del EI se vieron frenados gracias a estos refuerzos.
De acuerdo a reportes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los radicales se han retirado de amplias partes de un complejo gubernamental de seguridad, cuyo control tomaron en octubre, y de un mercado de verduras, en la mitad oriental de la ciudad. Los kurdos ahora rastrean cuidadosamente esas áreas y los alrededores del ayuntamiento, temerosos de que los extremistas hayan dejado bombas escondidas.
Escapar supone perder
En paralelo, las fuerzas kurdas lanzaron un ataque contra las posiciones del EI en el oeste de Kobani. Un periodista de la agencia AP que está dentro de la ciudad señaló que las fuerzas kurdas piensan que la batalla ha dado un giro y que ahora las posibilidades de éxito sobre los islamistas son más grandes, gracias a su tenaz resistencia y también al aporte recibido, como nuevos combatientes y entrega de armas por parte de Estados Unidos.
Un comandante kurdo, Jamil Marzuka, aseguró que la lucha “ha entrado en una nueva fase. Podemos decirles a todos que se han trazado las tácticas y planes necesarios para liberar la ciudad”, dijo. Otro combatiente, identificado solamente como Pozul, aseguró que las fuerzas yihadistas se han visto mermadas por los ataques aéreos, en los que cientos de tropas del EI han muerto. “Quieren darnos la impresión de que son muchos, pero sabemos que ya no es así”, sostuvo.
Las fuerzas kurdas están en posesión de edificios que antes estuvieron en manos del EI. Zardasht Kobani, un oficial de 26 años, dijo que muchas veces sus hombres son derrotados por el cansancio, pero sienten que la victoria está al alcance de la mano. La agencia AP pudo comprobar que, al menos, los ataques del EI han disminuido notoriamente. El joven militar dice que los yihadistas han fracasado y que ahora buscan salir del entuerto. “Pero saben que escapar de Kobani supone su derrota”, aseguró.