Washington, 25 mar (EFE).- El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, advirtió hoy a los legisladores estadounidenses de la entrada de miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en territorio afgano, en su primera intervención ante la sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos como mandatario del país islámico.
Gani, elegido recientemente para liderar el país como sucesor de Hamid Karzai, se deshizo en elogios a Estados Unidos y agradeció "los sacrificios" de su pueblo por defender "un Afganistán libre", pero alertó sobre los retos a los que aún se enfrenta.
"Desde el oeste, el Estado Islámico ya está enviando avanzadillas de guardias hasta el sur y el oeste de Afganistán para poner a prueba nuestras vulnerabilidades. Hacia el sur, las operaciones de contrainsurgencia de Pakistán, en las que más de 40.000 personas han muerto, ya están presionando a los talibanes de Waziristán del Sur hacia las regiones fronterizas de Afganistán", alertó.
Gani explicó que su país está conteniendo las múltiples amenazas regionales y globales que emergen de la sociedad islámica, y subrayó la necesidad de que el mundo comprenda el peligro que realmente encarna el EI.
"La naturaleza cambiante del terror no podría haberse formado sin que algunos estados toleraran, financiaran, y dieran santuario (a los terroristas), y los actores no estatales violentos se convirtieran en instrumentos de políticas miopes", dijo.
"Es fundamental que el mundo entienda la terrible amenaza que el EI y sus fuerzas aliadas suponen para los Estados de Asia occidental y central", añadió.
Ante un concurrido hemiciclo y bajo la presidencia del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, Gani también advirtió de que los movimientos terroristas cuyo objetivo es desestabilizar a todos los estados de la región "están buscando nuevas bases de operación".
"Estamos en primera línea. Los terroristas no reconocen fronteras ni requieren pasaportes para difundir su mensaje de odio y discordia", insistió el presidente.
El mandatario, que se encuentra en Estados Unidos junto con la cúpula de su equipo de Gobierno para sentar las bases de sus relaciones bilaterales, llegó este martes a un acuerdo con el presidente de EE.UU., Barack Obama, para ralentizar la salida de las tropas estadounidenses del país, una de sus principales peticiones.
Tras su discurso ante el pleno del Congreso, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, aplaudió la intervención de Gani y enfatizó que Estados Unidos "debe seguir vigilante" para preservar los logros alcanzados en Afganistán.
Hasta finales de 2014, la presencia de las tropas de EE.UU. estuvo amparada por la misión internacional de la OTAN y, desde enero pasado, aún bajo el paraguas de la Alianza Atlántica, hay destacados en Afganistán unos 10.000 militares para labores de entrenamiento y asistencia.
El calendario de retirada modificado con el anuncio de ayer preveía originalmente reducir esa cifra a la mitad al finalizar 2015, y rebajarla de nuevo al término de 2016 a solo unos 1.000 militares necesarios para la seguridad de la embajada de EE.UU. en Kabul.