Washington, 23 abr (EFE).- Loretta Lynch logró hoy ser confirmada como la próxima fiscal general de EE.UU. tras más de cinco meses de retraso, al obtener el consentimiento del Senado a su nombramiento después de que en noviembre pasado el presidente Barack Obama la propusiera para sustituir a Eric Holder.
Lynch, que se convierte así en la primera mujer negra en encabezar la Justicia estadounidense, fue confirmada por una ajustada votación de 56 votos a favor y 43 en contra, tras sufrir durante meses las desavenencias entre demócratas y republicanos en los pasillos del Senado que dilataron así el voto sobre su puesto.
Diez republicanos se unieron a los demócratas para apoyar a Lynch, mientras que uno, el senador por Texas Ted Cruz, se abstuvo.
Con una larga trayectoria como fiscal federal en Brooklyn, Lynch será la encargada de acompañar a Obama desde el Departamento de Justicia en estos dos años de mandato que le restan, después de que Holder ocupara el cargo desde que el presidente llegara a la Casa Blanca en 2009.
"Loretta se ha pasado la vida luchando por una justicia imparcial y equitativa, que es la base de la democracia (...) Aportará su experiencia de fiscal dura, independiente y respetada en prioridades clave y bipartidistas como la reforma de la justicia penal", aseguró el presidente Obama en una declaración tras la confirmación.
"Y realizará aportes a nuestros avances en el combate de las amenazas más nuevas, como los delitos cibernéticos", agregó.
Por su lado, Holder destacó en un comunicado que "en cada etapa de su carrera, Loretta se ha ganado la confianza y la alta estima tanto de sus aliados como de sus adversarios, en Washington y en el resto del país".
"Es respetada por los agentes del orden, líderes de los derechos civiles y funcionarios de justicia penal de todos los colores políticos. En todos los casos y todas las circunstancias, ha demostrado un compromiso inquebrantable con el Estado de Derecho y una fidelidad inquebrantable hacia la búsqueda de la justicia", agregó el secretario de Justicia saliente.
La confirmación de la ya nueva fiscal general se ha visto retrasada, no obstante, por varias polémicas, entre ellas la causada por el anuncio de las medidas migratorias de Obama para evitar las deportaciones a millones de indocumentados y la más reciente relativa al tráfico humano.
Obama nominó a Lynch, de 55 años, para reemplazar a Holder en noviembre, cuando la cámara alta se encontraba aún bajo control demócrata, pero su liderazgo prefirió utilizar su tiempo en aprobar otras nominaciones que parecían más complicadas de prosperar en un Senado controlado por los republicanos tras su victoria en las legislativas.
Sin embargo, la nominación de Lynch se vio rodeada de mucha controversia después de que se involucrara en el debate bipartidista sobre la legalidad de las medidas migratorias del presidente.
Durante su audiencia de confirmación ante el Comité Judicial del Senado, a finales de enero, Lynch dijo que creía que las acciones ejecutivas de Obama sobre inmigración no eran incompatibles con la ley ni excedían los límites de la Constitución, algo que no sentó bien a los republicanos.
"La señora Lynch ha dicho lisa y llanamente que ella apoya esas políticas y se ha comprometido a defenderlas en los tribunales. Así que creo que el Congreso tiene un papel real aquí. No tenemos que confirmar a alguien para el cargo más alto en la aplicación de la ley de Estados Unidos si ese alguien se ha comprometido públicamente a denigrar al Congreso", argumentó esta semana el senador republicano Jeff Sessions.
Aquella situación hizo que Lynch tardara casi un mes en convencer a los legisladores del Comité de Justicia, cuyo voto es el primer paso para alcanzar la confirmación del Senado, para que respaldaran su nombramiento.
"Lo que pudo haber sido una confirmación rápida se convirtió en circo. La señora Lynch se convirtió en la primera persona nominada a fiscal general en la historia en ser víctima de bloqueo legislativo Imagínense eso, la primera entre 83 procuradores generales", dijo el líder de la minoría demócrata de la cámara alta, Harry Reid.
"Quizás fui ingenuo al pensar que mis colegas republicanos tratarían a Loretta Lynch con la dignidad que ella y su oficina merecen. Quizás mi error fue olvidar que para los republicanos, esto no se trata de Loretta Lynch. Tiene que ver con el presidente. Porque los republicanos están dispuestos a todo para hacerle la vida imposible al presidente Obama", agregó Reid.
Lynch reemplazará a Holder en un momento tranquilo de su gestión, después de haber sobrevivido a las presiones ante las multimillonarias multas que impuso a gigantes de Wall Street por su papel en la comercialización de las hipotecas basura o la polémica por el programa "Fast and Furious", de rastreo de armas que acabaron en manos de bandas de narcotraficantes mexicano.