KATMANDÚ (Reuters) - Cientos de personas vitorearon a los rescatistas que buscaban entre los escombros dejados por el terremoto en Nepal y sacaron con vida a un adolescente y a una mujer que estuvieron atrapados durante cinco días.
Una mujer de 23 años, Krishna Devi Khadka, fue hallada junto a tres cadáveres, informó la policía.
Funcionarios locales dijeron que las posibilidades de encontrar a más sobrevivientes se disipan y que la cifra de muertos alcanzó los 5.858.
Sin embargo, la Fuerza Policial Armada de Nepal logró rescatar también a Pema Lama, de 15 años, de los escombros del Hotel Hilton de Katmandú.
"Vi a la policía perforando por horas para retirar montículos de escombros antes de que pudieran sacarlo", comentó Ambar Giri, un trabajador médico que estaba en el lugar.
Lejos de la capital, la ayuda estaba llegando finalmente a algunas aldeas y pueblos remotos de Nepal, situados entre montañas y a los pies de colinas, donde la magnitud de los daños y las pérdidas de vidas deben ser evaluados aún.
Desde un helicóptero del Ejército que volaba de Chautara, al noreste de Katmandú, hacia la frontera con Tíbet, un testigo de Reuters calculó que entre el 70 y el 80 por ciento de los edificios había sufrido daños severos.
En una aldea remota, un equipo médico militar atendió a los residentes heridos, mientras los soldados supervisaban la descarga de suministros en una explanada de terreno barrosa cerca de una escuela que funcionaba como helipuerto.
En la misma Chautara, unas pocas personas retiraban escombros de los pisos superiores de sus casas y mezclaban cemento a un lado de la carretera, en el comienzo de un largo proceso de reconstrucción.
Muchas personas han estado durmiendo a la intemperie desde el sismo del sábado. Según Naciones Unidas, 600.000 viviendas resultaron destruidas o dañadas.
La ONU agregó que ocho millones de personas fueron afectadas por el sismo y que al menos dos millones tendrán necesidad de tiendas de campaña, agua, alimentos y medicamentos para los próximos tres meses.
Un funcionario del Ministerio del Interior dijo que la cifra de muertos confirmada tras el sismo de magnitud 7,8 subió a 5.858 hasta el jueves por la tarde, con casi 13.800 heridos.
En algunas áreas se desató la ira de la población por el ritmo lento de las labores de rescate y los nepalíes han acusado al Gobierno de demorar la distribución de la ayuda internacional que está llegando al país.
Esa ayuda aún no ha alcanzado a muchas personas que la necesitan, particularmente en zonas remotas de difícil acceso debido a los daños provocados por el sismo y al mal clima.
También ha aumentado la tensión entre extranjeros y nepalíes desesperados por ser rescatados. En el Valle de Langtang, donde se teme que haya 150 personas atrapadas, un piloto de helicóptero fue tomado como rehén por personas de la localidad que exigían ser evacuadas primero, según un reporte.
"POR NUESTRA CUENTA"
En la aldea de Ashrang, en Gorkha, uno de los distritos más afectados y a unas cuatro horas en automóvil desde Katmandú, cientos de nepalíes vivían a la intemperie con pocos alimentos y agua, pese a que en una oficina gubernamental cercana se almacenan cajas de galletas, jugo y sacos de arroz y trigo.
Comandos policiales cerraron los grandes portones de hierro del edificio, negándole el acceso a muchas personas mientras contaban los insumos de ayuda.
"Les dijimos que podemos arreglárnosla sin su ayuda", dijo el profesor de escuela Mohammad Ishaq, al que ofrecieron cuatro sábanas de plástico. "Es como si estuviéramos haciendo todo por nuestra cuenta, alimentando a nuestra gente y atendiendo a los enfermos", agregó.
Sin embargo, el facilitador distrital Dipendra Shrestha dijo que la administración local hace todo lo que puede para entregar ayuda a las víctimas y colaborar con los equipos extranjeros que ofrecen soporte médico y de rescate.
"Los propietarios se niegan a alquilar sus vehículos", dijo. "Por el momento solo tenemos 20. Necesitamos muchos más".
Un equipo socorrista alemán en la zona comenzó a centrarse en labores médicas, porque los residentes lograron sacar por su cuenta a los sobrevivientes y los cadáveres de las ruinas de sus casas de adobe y ladrillos.
En la capital, un hombre de 28 años rescatado de un bloque de apartamentos el martes tras pasar unas 80 horas atrapado en una habitación con tres cadáveres, dijo que su rescate es una bendición agridulce.
"Ni siquiera tengo dinero para comprarme una silla de ruedas ahora", dijo Rishi Khanal a Reuters el jueves, un día después de sufrir la amputación de una de sus piernas. "¿Cómo pasaré el resto de mi vida y mantendré a mi familia?".
En otra historia a destacar, una joven adorada por muchos como una diosa viviente sobrevivió al terremoto del sábado cerca de uno de los palacios reales en Katmandú, donde la mayoría de los otros edificios quedaron destruidos.
"Su templo se mantiene intacto debido a sus poderes divinos", dijo a Reuters su padre, Pratap Man Shakya.
PEDIDO DE HELICÓPTEROS
Nepal pidió a los gobiernos extranjeros que envíen más helicópteros. Actualmente hay unos 20 helicópteros del Ejército nepalí, privados y del Ejército indio que participan en las operaciones de rescate, de acuerdo con Laxmi Prasad Dhakal, un funcionario del Ministerio del Interior.
Se espera que China envíe helicópteros el jueves, dijo.
El primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, dijo a Reuters que el número de muertos podría llegar a 10.000.
Esta cifra superaría los 8.500 fallecidos en el sismo de 1934, el último desastre de magnitud en golpear a esta nación de 28 millones de habitantes enclavada entre India y China.
Los hospitales de Katmandú y otras ciudades estaban atestados de heridos, con muchas personas atendidas al aire libre o sin poder ser tratados siquiera.
"La nueva ola de pacientes son los sobrevivientes del terremoto que han enfermado, porque estaban a la intemperie bebiendo agua contaminada", dijo Binay Pandey, un médico del hospital estatal Bir de la capital.
En los Himalayas, la próxima semana volverían a abrir el Monte Everest a los montañistas después de que se reparen los daños causados por avalanchas provocadas por el sismo.
El sábado, una enorme avalancha arrasó con una porción del campamento base del Everest y provocó la muerte de 18 montañistas y guías sherpa. Muchos escaladores abandonaron su ascenso al Everest, la montaña más alta del mundo.