ATENAS (Reuters) - La calma política que precede a la tormenta dominaba el sábado las elecciones en Grecia, tras suspenderse la campaña y encuestas de cara a la jornada de votación del domingo, cuyos resultados se prometen ajustados y quizás no concluyentes.
Las elecciones están siendo observadas de cerca desde fuera de Grecia porque el ganador tendrá que supervisar las profundas reformas económicas necesarias para recibir el rescate de 86.000 millones de euros negociado en agosto con los socios de Atenas de la zona euro.
El partido izquierdista Syriza del ex primer ministro Alexis Tsipras parecía estar ligeramente por delante de Nueva Democracia del rival conservador Vangelis Meimarakis, si se cumplen las encuestas finales del viernes.
Pero ninguna de las partes parece que vaya a reunir el 38 por ciento de la votación considerado necesario para obtener una mayoría en el parlamento de 300 escaños, en el que el partido más votado obtiene una bonificación de 50 asientos.
Tsipras usó el viernes su discurso final de campaña para tratar de apuntalar el apoyo de los antiguos votantes de Syriza, que podrían mantenerse alejados de las urnas tras la desilusión de la marcha atrás en las promesas de acabar con la austeridad que ha acompañado a cada uno de los rescates.
"No se debe perder ningún voto, no debemos ser golpeados por la abstención", dijo en un mitin carente en gran parte de la pasión vista cuando accedió al poder en enero.
Meimarakis acusó a Tsipras de "falsas promesas" y calificó su mandato este año de "desastre" para Grecia.
"Nuestro objetivo es que los países europeos ya no tengan que darnos préstamos porque finalmente queremos poner fin a esta crisis", dijo en una entrevista con el diario alemán Bield publicó el sábado.
FATIGA DE VOTANTES
Las encuestas del viernes mostraron en términos generales que Syriza obtendrá más votos y que, con la ventaja de 50 asientos, podría forjar una coalición con el partido centrista To Potami y el socialista PASOK.
La mayoría de los partidos - incluyendo Syriza y Nueva Democracia - están comprometidos con el rescate, aunque con diferentes énfasis en cosas como la reforma laboral. Las encuestas dan a los partidos pro-rescate un apoyo combinado del entre 65 y 70 por ciento de los votos.
Pero la puesta en marcha del plan de rescate puede estar en juego. Los dos principales partidos, por ejemplo, no están de acuerdo sobre cuestiones fundamentales como la liberalización del mercado de trabajo, la negociación colectiva y la inmigración.
Los votantes frustrados también podrían situarse en los dos extremos del espectro político. Las encuestas muestran que Amanecer Dorado, un partido de extrema derecha que usa como emblema un antiguo símbolo griego muy semejante a una esvástica, podría ocupar un lejano tercer lugar. El KKE, los comunistas de Grecia, podrían quedar cuartos.
Muchos griegos, por lo demás, parecen cansados de la política. Los comicios del domingo suponen la tercera votación nacional en lo que va de año después de las elecciones de enero y el referéndum de julio sobre la aceptación del rescate. Reuters