Presidenta de Corea del Sur y presidente Obama |
Seúl también dijo que reanudará las emisiones de propaganda por altoparlante en Corea del Norte a partir del viernes en respuesta a su cuarta prueba nuclear, lo que probablemente indignará a su aislado rival.
Estados Unidos y expertos en armamento han manifestado dudas respecto a que el dispositivo detonado por Corea del Norte el miércoles haya sido una bomba de hidrógeno, pero aumentaban los llamados a imponer nuevas sanciones contra Pyongyang por su programa nuclear.
La explosión subterránea generó la molestia de China, que no recibió un aviso previo pese a ser el principal aliado de Corea del Norte, lo que apunta a una tensión en sus vínculos.
La prueba también alarmó a Japón. En un llamado telefónico, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, concordó con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que era necesaria una respuesta global firme, dijo la Casa Blanca.
Obama también conversó con la mandataria surcoreana, Park Geun-hye, para discutir distintas opciones. Un funcionario militar surcoreano dijo a Reuters que ambos países habían analizado el despliegue de activos estratégicos estadounidenses en la dividida península coreana, pero declinó entregar más detalles.
Corea del Sur, que técnicamente está en un estado de guerra contra su vecino del norte, dijo que no está considerando un disuasivo nuclear propio, pese a llamados de líderes del partido gobernante.
La prueba fue una "violación grave" de un acuerdo de agosto entre ambas Coreas para aliviar tensiones y fortalecer vínculos, dijo el funcionario surcoreano de seguridad nacional Cho Tae-yong a través de un comunicado. "Nuestras fuerzas militares están en un estado de preparación total y si Corea del Norte realiza provocaciones, habrá un castigo firme", sostuvo. Reuters
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, aseguró este jueves (7.1.2016) que Corea del Sur hará pagar al Norte "un precio correspondiente" por el presunto ensayo nuclear que el régimen de Pyongyang realizó en la víspera, y que Seúl considera una amenaza para su seguridad.
Así lo convino Park con el presidente de EE.UU., Barack Obama, durante la conversación telefónica de 20 minutos que ambos mantuvieron hoy y en la que también se mostraron de acuerdo para "estrechar su cooperación" para velar por la estabilidad en la península coreana, informó la oficina presidencial de Corea del Sur.
La presidenta surcoreana explicó que busca lograr que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adopte una resolución "firme" ante la última actuación del país vecino y le imponga "fuertes sanciones".
Dudas sobre detonación de bomba de hidrógeno
Ambos líderes condenaron el ensayo y coincidieron en que las acciones de Corea del Norte constituyen "una nueva violación de sus obligaciones y compromisos con la ley internacional" y las anteriores resoluciones en este terreno del Comité de Seguridad de la ONU, según recogió la agencia local Yonhap.
Obama aprovechó su conversación con Park para felicitar a la jefa de Gobierno surcoreano por el acuerdo recientemente alcanzado con Japón para resolver el conflicto de las esclavas sexuales reclutadas por el Ejército nipón durante su ocupación de la península coreana antes y durante la II Guerra Mundial.
Corea del Norte llevó a cabo ayer su cuarta prueba nuclear y aseguró que detonó por primera vez un una bomba H (más potente que los dispositivos empleados en sus tres ensayos anteriores).
No obstante, se desconoce si Corea del Norte ha logrado desarrollar y detonar con éxito una bomba de hidrógeno, aunque muchos expertos dudan que haya logrado dominar aún esta tecnología. La acción ha deparado la condena de muchos Gobiernos y motivado una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir nuevas sanciones para el país asiático. DW.COM | 07.01.2016