10 de mayo, 2016 (Reuters). Bernie Sanders tiene el martes otra oportunidad de detener la marcha de Hillary Clinton hacia la candidatura presidencial demócrata en Estados Unidos en las primarias Virginia Occidental, una semana después de que Donald Trump se convirtiera en el único aspirante republicano a la nominación de su partido.
Clinton, exsecretaria de Estado y senadora por Nueva York, lleva el liderazgo en el número de delegados que se necesitan para asegurar la nominación de su partido para la elección del 8 de noviembre en la que se definirá al sucesor del presidente demócrata Barack Obama.
El resultado en Virginia Occidental, donde sólo 29 delegados están en juego y los sondeos de opinión muestran a Sanders con una leve ventaja, probablemente no alterará el curso de la carrera demócrata.
Pero la batalla de Clinton con Sanders, quien desafió a los encuestadores al ganar en el estado de Indiana la semana pasada, se ha vuelto una fuente de alarde para Trump.
El empresario de los bienes raíces de Nueva York se ha burlado de Clinton en los últimos días al decir que "no puede llegar a un acuerdo" con Sanders, su único rival desde el 1 de febrero. Clinton ha dicho que ignorará los insultos personales de Trump y, en cambio, criticará sus pronunciamientos políticos.
Clinton se disculpó la semana pasada en Virginia Occidental al ser confrontada por votantes enojados por sus declaraciones en Marchthat de que "dejaría a muchos mineros de carbón y compañías de carbón fuera del negocio" al implementar planes para aumentar las fuentes de energía renovable.
Luego aclaró que su comentario había sido sacado de contexto y que quería volver a capacitar a la gente que trabajaba en la industria, una de las mayores generadoras de empleo en el estado.
Sanders, senador por Vermont, ha recordado a sus seguidores en masivos actos de campaña que la mayoría de los sondeos lo muestran derrotando a Trump por un margen mayor que Clinton.