AMÁN/GINEBRA (Reuters) - El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el lunes que las conversaciones estaban cerca de lograr una extensión de la tregua a Alepo, la dividida ciudad del norte de Siria donde una fuerte escalada de violencia en las últimas semanas ha desbaratado el diálogo de paz y el cese al fuego.
Kerry estaba en Ginebra por conversaciones con otros dignatarios para tratar de revivir el primer cese al fuego importante en la guerra siria de cinco años, que entró en vigencia en febrero con respaldo de Estados Unidos y Rusia, pero que desde entonces ha colapsado.
Siria anunció treguas locales temporarias en otras áreas la semana pasada, pero no las extendió a Alepo, donde los ataques aéreos del gobierno y los disparos de los rebeldes han provocado la muerte de cientos de civiles durante la última semana, incluyendo a más de 50 personas en un hospital, que los insurgentes dicen que fue atacado deliberadamente.
Los combates en Alepo amenazan con desbaratar el primer diálogo de paz que incluye a las partes enfrentadas, que tienen previsto reanudarse en una fecha no especificada después de fracasaran en abril, cuando la delegación opositora se retiró.
"Estamos más cerca de un lugar de entendimiento, pero tenemos trabajo que hacer y por eso estamos aquí", dijo Kerry en el inicio de la reunión junto al ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir.
La guerra civil en Siria ha dejado cientos de miles de personas muertas, desplazado a millones de sus hogares, creado la peor crisis de refugiados del mundo y provisto una base para que militantes del Estado Islámico lancen más ataques.
Los combates han involucrado a potencias globales y estados regionales, mientras todos los esfuerzos diplomáticos por resolver la crisis han fracasado por el destino del presidente Bashar al-Assad, quien se niega a aceptar las demandas de la oposición de dejar el poder.
Estados Unidos y Rusia han asumido los principales roles en la última iniciativa diplomática, que comenzó después de que Moscú se unió a la guerra el año pasado con una campaña aérea que inclinó el equilibrio de poder a favor de Assad, su aliado. Reuters