Beirut, 30 de septiembre, 2016 (Reuters). Fuerzas del Gobierno sirio y rebeldes libraban feroces batallas al norte de Alepo el viernes, a una semana del inicio de una ofensiva del Ejército respaldada por militares rusos para tomar el control de toda la ciudad.
Las fuerzas del Gobierno sirio lograron un significativo avance al norte de Alepo el jueves, cuando capturaron el campamento de refugiados de Handarat, a unos pocos kilómetros de la ciudad. Había testimonios contradictorios sobre el resultado de los combates.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, un grupo que sigue el desarrollo del conflicto desde Reino Unido, dijo que las fuerzas del Gobierno habían capturado el área del hospital de Kindi, adyacente a Handarat, el viernes por la mañana y se acercaban a la ciudad.
Una estación de televisión operada por el grupo libanés Hezbollah, que combate en apoyo al Gobierno, también informó que las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad habían capturado el área del hospital Kindi.
Sin embargo, eso fue negado por fuerzas rebeldes que aseguraron que aún se libran combates en la zona.
Un importante miembro de las fuerzas rebeldes afirmó que las fuerzas del Gobierno estaban bombardeando los distritos bajo control rebelde con artillería desde la cima de un cerro al este de la ciudad.
Los combates en el enclave asediado del este de Alepo dejaron 338 muertos en las últimas semanas, entre ellos 106 niños, mientras 846 personas resultaron heridas, de las cuales 261 eran menores, dijo el viernes un funcionario de alto nivel de la Organización Mundial de la Salud.
"Estamos pidiendo cuatro cosas: detengan la matanza, detengan los ataques sobre los trabajadores de la salud, dejen salir a los enfermos y heridos y dejen que la ayuda ingrese", dijo el director de manejo de riesgo en emergencias y respuesta humanitaria del organismo a periodistas en Ginebra.