WASHINGTON (AP) -- El director del FBI James Comey confirmó el lunes que su agencia está investigando la posibilidad de que Rusia y allegados del presidente Donald Trump conspiraron para influir en las elecciones presidenciales del año pasado. Comey también admitió que el FBI y el Departamento de Justicia no tienen información que avale los tuits de Trump sobre un supuesto espionaje telefónico ordenado por su predecesor, Barack Obama.
Las revelaciones fueron hechas al iniciar la comparecencia de Comey ante la Comisión de Asuntos de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que investiga posibles vínculos entre Moscú y la campaña de Trump. Comey reconoció que por lo general el FBI no habla sobre investigaciones en curso, pero dijo que se le autorizó hacer una excepción debido a la alta importancia que el tema tiene para interés público.
"Esta es una labor sumamente compleja, por lo que no les puedo dar una fecha exacta de cuándo concluirá", dijo Comey ante el panel legislativo.
Poco antes en la audiencia, el titular de la comisión refutó las acusaciones de Trump de que hubo espionaje telefónico en la Torre Trump de Nueva York, pero el representante Devin Nunes, un republicano de California cuyo comité está realizando su propia pesquisa sobre el asunto, dijo que no se pueden descartar otras formas de vigilancia.
Junto con Comey, también compareció el director de la Agencia de Seguridad Nacional, Michael Rogers.
Horas antes Trump, quien había acusado a su predecesor Barack Obama de intervenir sus teléfonos en la Torre Trump durante la campaña, recurrió a Twitter para decir que las denuncias de que su equipo de campaña tuvo contactos inapropiados con Rusia no son más que un invento de los demócratas y que el Congreso y el FBI más bien deberían investigar cómo se ha filtrado información oficial a la prensa, e incluso investigar a Hillary Clinton.
"Los demócratas inventaron ese cuento sobre Rusia como excusa por la terrible campaña que realizaron. ¡Gané a lo grande en el Colegio Electoral y ellos perdieron!" tuiteó el presidente la mañana del lunes, en momentos en que las denuncias sobre Rusia acaparaban la cobertura de los principales canales de noticias.
"Lo que de verdad importa es que el Congreso, el FBI y otros deberían investigar cómo información confidencial está siendo filtrada. ¡Hay que hallar ahora mismo al autor de las filtraciones!"
Trump intimó además, sin evidencia alguna, que la campaña de Clinton era la que estaba en contacto con Rusia y que quizás frustró una investigación federal. Ningún funcionario de inteligencia estadounidense ha mencionado la posibilidad de que hubo contactos entre Clinton y Moscú. Los que investigan el asunto sospechan que los rusos intervinieron las computadoras de los demócratas en un intento por ayudar a Trump.
La audiencia el lunes ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes -una de varias instancias que investigan la injerencia rusa en el proceso electoral- podría arrojar las declaraciones más claras hasta la fecha sobre una controversia que ha agobiado a Trump desde el inicio de su presidencia.
Los dos principales responsables de la comisión de inteligencia de la cámara baja declararon el domingo que los documentos enviados la semana pasada por el Departamento de Estado y por el FBI no contenían evidencia alguna de que la administración del presidente Barack Obama haya intervenido los teléfonos en la Torre Trump en Manhattan, pero el demócrata de máximo rango dijo que los documentos sí parecen indicar que ciudadanos estadounidenses conspiraron con los rusos para interferir en las elecciones presidenciales.
"Hay evidencia circunstancial de complicidad. Hay evidencia directa, creo, de un intento de engaño", dijo el demócrata Adam Schiff en el programa "Meet the Press" de la NBC. "Definitivamente hay suficiente como para realizar una investigación". AP