Londres, 15 de septiembre, 2016 (Reuters). Mientras Europa clama por saber cómo planea Reino Unido implementar su decisión de abandonar la Unión Europea, la nueva primera ministra Theresa May ha revelado pocas cosas, pero su estrategia se está haciendo más clara.
May rompió con una tradición e invitó a los medios a su residencia oficial de campo, Chequers, el mes pasado para filmarla tomar las riendas de un gabinete potencialmente difícil de controlar, cuyos miembros discrepan ampliamente y a menudo públicamente sobre las prioridades del país.
May prometió un "acuerdo exclusivo" que permita al país asegurar pactos comerciales con buenas condiciones a la vez que limita la inmigración, una combinación que han descartado repetidamente los líderes europeos, que dicen que el libre comercio sólo es posible junto con la libertad de movimiento de las personas.
"Debemos seguir siendo claros en que Brexit significa Brexit, y vamos a hacer de ello un éxito", dijo May a los ministros que eligió cuando el resultado sorpresivo de un referendo de junio la impulsó al poder para superar las divisiones sobre Europa dentro de su Partido Conservador.
May, que respaldó discretamente la campaña por permanecer en la UE, no asistirá a una cumbre de la UE el viernes en la capital eslovaca, Bratislava, la primera en el bloque desde la votación en Reino Unido. El Brexit dominará la reunión, aunque es improbable que se arroje mucha luz sobre ello.
May ha prometido no comenzar las negociaciones de divorcio con la UE este año, frustrando al sector favorable al Brexit en su propio partido y a los líderes europeos, que temen que la incertidumbre sobre la segunda mayor economía de la UE dañe a las otras 27.
Los asesores de May sugieren que su plan es invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que activa el inicio de su separación, a comienzos del 2017.
Dos fuentes cercanas a las preparaciones dicen que saben poco sobre los posibles acuerdos o los detalles sobre las negociaciones, pero que están centradas en ofrecer opciones hasta que May tome una decisión.
May ha sido criticada por tratar de hacer lo imposible al buscar un acuerdo que ofrezca a su país el control sobre la inmigración y a la vez acceso al lucrativo mercado único de la UE. Un asistente dijo que May "dejó claro que será ambiciosa —y está decidida a cumplir ambas cosas".