CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Desde Venezuela hasta México, presidentes latinoamericanos lamentaron el sábado la muerte del líder cubano Fidel Castro recordando su marca indeleble en la región, donde fue inspiración para varios movimientos revolucionarios y forjó una nueva generación de líderes de izquierda en el siglo XXI.
Castro falleció el viernes a los 90 años. Su muerte fue anunciada por su hermano, el presidente Raúl Castro, a través de la televisión estatal.
Venerado por unos y detestado por otros, su deceso deja a la izquierda latinoamericana sin su mayor símbolo tras apadrinar una nueva hornada de líderes que siguieron su estela para proclamarse "socialistas y antiimperialistas".
En Venezuela, aliado clave de la isla comunista durante las dos últimas décadas, el presidente Nicolás Maduro prometió mantener el legado del que fuera considerado como un padre político por su fallecido antecesor, Hugo Chávez.
"Fidel y Chávez construyeron el ALBA, PetroCaribe y dejaron abonado el Camino de la Liberación de nuestros Pueblos... La Historia los Absolvió", escribió el mandatario en Twitter, parafraseando el mítico discurso del ex guerrillero cubano cuando fue condenado por el asalto al Cuartel Moncada en 1953.
En México, el presidente conservador Enrique Peña Nieto también utilizó las redes sociales para expresar su pésame por la muerte de Castro, quien pasó una temporada exiliado en el país norteamericano desde donde zarpó en el yate Granma para iniciar su revolución.
Lamento el fallecimiento de Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución cubana y referente emblemático del siglo XX.— Enrique Peña Nieto (@EPN) 26 de noviembre de 2016
"Lamento el fallecimiento de Fidel Castro Ruz (...) Fue un amigo de México, promotor de una relación bilateral basada en el respeto, el diálogo y la solidaridad", dijo Peña Nieto, cuyo país mantuvo tradicionalmente buenas relaciones con la Cuba socialista, a pesar de su cercanía con Estados Unidos.
El presidente de Nicaragua, el ex guerrillero Daniel Ortega, así como el presidente de El Salvador, el también ex guerrillero Salvador Sánchez Cerén, mostraron su aflicción por la muerte de un amigo y referente histórico en América Latina.
"Nuestro eterno agradecimiento al compañero Fidel, a su pueblo y al gobierno cubano por el apoyo (...) en los momentos más difíciles", dijo en un comunicado Sánchez Cerén, cuyo Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) fue respaldado por Castro durante la guerra civil de 1980-1992.
"SOLDADO DEL PUEBLO"
En Sudamérica, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Bolivia, Evo Morales, ambos fuertes aliados de Cuba y Venezuela, elogiaron la grandeza de la figura de Castro y prometieron seguir su legado.
"Fidel es el soldado del pueblo, es el Comandante de las fuerzas libertarias no solamente de América sino de todos los pueblos del mundo", dijo Morales en un acto con campesinos, tras prometer seguir luchando por su "legado de integración".
Raúl Castro dijo que los restos del anciano líder serán cremados en las primeras horas del sábado, como fue su deseo.
"Se fue un grande. Murió Fidel. ¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!", se despidió el presidente ecuatoriano Correa.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva calificó a su amigo Castro como "el más grande de los latinoamericanos" y aseguró en su cuenta de Facebook que "su legado de dignidad y compromiso con un mundo más justo será eterno".
Los presidentes de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, Paraguay y Uruguay también enviaron su pésame, destacando que su muerte pone fin a una era en la región.
"Fidel Castro, más allá de las aproximaciones o de las diferencias ideológicas que uno pudiera tener con él, ha sido una figura que marcó la historia de Latinoamérica", dijo la canciller argentina, Susana Malcorra, a una televisión local.
El presidente colombiano, el conservador Juan Manuel Santos, lamentó el fallecimiento del líder cubano y elogió por su apoyo a los procesos de paz en su país con las guerrillas marxistas de las FARC, que se inspiraron en el propio Castro.
"Fidel Castro reconoció al final de sus días que la lucha armada no era el camino", escribió Santos en su cuenta de Twitter. "Contribuyó así a poner fin al conflicto colombiano", aseguró. Reuters