Bruselas, 6 de diciembre, 2016 (Reuters). El principal negociador de la Unión Europea estableció como objetivo que el acuerdo con Reino Unido por el "Brexit" esté sellado en octubre de 2018, asumiendo que Londres mantendrá la promesa de lanzar formalmente su proceso de salida del bloque a fines de marzo.
En su primera conferencia de prensa el martes después de dos meses en el cargo, Michel Barnier dijo que el plazo de dos años para la salida final, establecido en el artículo 50 del tratado de la UE, significa que hay menos de 18 meses para llevar a cabo las negociaciones.
Si la primera ministra británica, Theresa May, mantiene su promesa de notificar formalmente la salida en marzo, la Unión Europea podría tardar algunas semanas en iniciar las conversaciones, dijo Barnier. Después de que se alcance un acuerdo, deberán pasar meses para que sea ratificado por Reino Unido y por los otros 27 Estados miembros de la Unión Europea.
Eso permitiría a Reino Unido estar fuera del bloque antes de las próximas elecciones parlamentarias europeas, que deben realizarse en mayo de 2019.
Barnier dijo que era demasiado pronto para decir cómo se podría acordar un período de transición después del "Brexit" buscando dar tiempo a las negociaciones sobre la futura relación entre Reino Unido y la UE. Eso dependerá de lo que quiera Londres en el futuro y de lo que la UE podría aceptar, destacó.
"Está claro que el período de negociaciones reales será más corto que dos años", dijo. "En total, habrá menos de 18 meses para negociar".
Barnier declinó entrar en qué tipo de relación sería posible, aunque citó el ejemplo de Noruega, que es parte del mercado único de la UE a condición de que contribuya en el presupuesto de la UE y acepte la libre circulación de personas.
Citó además cuatro principios que podrían regir el trabajo de los negociadores de la UE: los otros 27 miembros permanecerán unidos; no habrá negociaciones antes de la notificación de Reino Unido; Londres no tendrá un acuerdo mejor fuera de la UE que dentro, y se deben respetar las cuatro libertades fundamentales de la UE, es decir, Reino Unido no puede mantener un pleno acceso a los mercados sin respetar su política de inmigrantes.