Río de Janeiro, 6 de enero, 2017 (Reuters). Al menos 33 presos murieron en un nuevo motín carcelario en el estado brasileño de Roraima en la región amazónica, informaron autoridades el viernes, apenas días después de que una revuelta en otra prisión del país terminó con la muerte de decenas de internos.
Había pocos detalles disponibles el viernes sobre la última revuelta, ocurrida en la mayor penitenciaría del estado de Roraima, donde una pelea entre bandas rivales de narcotraficantes había dejado diez muertos en octubre pasado.
Expertos en seguridad advierten de que podría haber más riñas en el sistema carcelario de Brasil, controlado por grupos de narcotraficantes, tras otra masacre esta semana en la que miembros de pandillas asesinaron salvajemente a reclusos de un grupo rival en Manaos.
El principal jefe de seguridad del estado de Roraima, Uziel de Castro, responsabilizó de la violencia del viernes a la organización de narcotráfico Primer Comando Capital (PCC), que tienen su sede en Sao Paulo, según un reporte del sitio web del diario Estado de S.Paulo.
Muchos integrantes del PCC estaban entre las 56 personas que murieron en la prisión de Manaos esta semana en una disputa con la Familia del Norte, otro grupo que se cree que controla en la región el tráfico de cocaína proveniente de Perú y Colombia.
Familia del Norte opera en alianza con la organización de narcotráfico Comando Rojo de Río de Janeiro, la segunda facción más poderosa de Brasil después del PCC.